Andalucía

Zoido negocia con La Caixa cómo parar la Torre Cajasol

El marrón de la Torre Cajasol, el macroproyecto de más de 350 millones de euros de coste, 180 metros y que amenaza la calificación de Sevilla como ciudad Patrimonio de la Humanidad por la Unesco desde2009, está ya en manos de Caixabank una vez cerrada el lunes la adquisición de Banca Cívica, que integra a la sevillana Cajasol.

El alcalde de la capital andaluza, el popular Juan Ignacio Zoido, lleva semanas manteniendo discretos contactos con el grupo catalán tras haber roto la interlocución con Antonio Pulido, excopresidente de Cívica y futuro consejero de Caixabank, y trasladarse por seguro desde hace mes y medio en Sevilla que era La Caixa quien absorbería Cívica como adelantó la edición local del diario ABC.

Estos contactos, confirmados ayer oficialmente por el consistorio sevillano, tendrán su continuidad la próxima semana con una reunión personal entre Zoido y Juan María Nin, consejero delegado de Caixabank. De esta forma, el alcalde y también presidente de la Federación Española de Municipios y Provincias quiere mostrar dos cosas al nuevo dueño de Banca Cívica. Primero, que el problema del faraónico proyecto inmobiliario que Pulido ha mantenido contra viento y marea pese a la delicadísima situación financiera en la que se hallaba la entidad le preocupa singularmente.

Y, segundo, que ante el fracaso de la negociación entre el propio Zoido y Pulido tras su reunión del pasado enero, el alcalde tiene claro que su nuevo interlocutor ha dejado de ser el militante socialista que presidía la caja sevillana para pasara ser el nuevo propietario de la misma. El fracaso de esa reunión, según ha podido saber elEconomista de fuentes cercanas a la misma, derivó de la amenaza de una millonaria indemnización que lanzó al ayuntamiento la firma Ayesa, responsable de la ingeniería de la torre y muy vinculada al PSOE andaluz, si se dejaban de construir las plantas restantes. En ese momento, estaban en pie 20 de las 40 plantas previstas,tres bajo rasante.

23 plantas

Se da la circunstancia de que el edificio está alcanzando esta semana casi los 100 metros de altura en 23 plantas, lo que iguala a la macrotorre con el monumento simbólico que representa el techo de Sevilla:la Giralda, límite que ninguna construcción ha sobrepasado hasta ahora en la ciudad. El ritmo de construcción, que se aceleró tácticamente por parte de Cajasol antes y en los meses posteriores a la llegada de Zoido a la alcaldía -en junio de 2011 y ante el temor a la postura crítica del alcalde hacia el rascacielos se ha ralentizado actualmente.

Este acelerón está vinculado también a que el Comité de Patrimonio Mundial de la Unesco, que ha pedido de manera consecutiva en 2009, 2010 y 2011 que se detenga la torre y se rehaga el proyecto, podría ser más duro en su reunión de junio de 2012.

Y ello porque Icomos, el organismo independiente asesor del comité, aseguró en su último informe de final de 2011 que la torre afecta de manera muy negativa a los monumentos declarados patrimonio de la humanidad y que la torre debe pararse. Zoido ha reiterado que la línea roja de la torre está vinculada a que no dañe el patrimonio de la ciudad, lo que pasa por detenerla obra antes de que la Unesco considere que el daño es irreparable.

Atarazanas

Junio, momento en el que la torre tendrá ya 34 plantas construidas previsiblemente, es también curiosamente el momento en el que la integración de Cívica en La Caixa estará ya finalizada.

Zoido tiene además un importante as en la manga, ya que Caixabank,a través de su obra social, promueve desde hace más de un año un espacio Caixaforum en las antiguas Atarazanas -astilleros- ubicados en el centro de Sevilla.

Un proyecto demás de 20 millones de euros que exige un plan parcial especial que ya ha sido aprobado por parte de la Junta de Andalucía a finales de febrero. Sin embargo, determinados colectivos de defensa del patrimonio histórico, vinculados al Ateneo de Sevilla, llevan meses denunciando la ilegalidad de parte del proyecto del Caixaforum. Zoido estaría dispuesto a comprometerse con Nin a lidiar con esa oposición y desactivarla a cambio de que el nuevo dueño de Cívica ofrezca una salida al problema de la torre.

Se da la circunstancia, en cualquier caso, de que los dos mayores proyectos urbanísticos, por su relevancia simbólica y económica, que se desarrollan actualmente en la ciudad dependen ya de Caixabank. Las mismas fuentes municipales indican que la actitud mostrada por el grupo catalán destila una seriedad y sensibilidad completamente diferentes a Cívica.

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