Eugenio Martínez de Ubago, miembro de la cuarta generación de la familia que fundó hace 80 años la mayor conservera andaluza, Ubago Group, se ha quedado con el negocio del bacalao congelado tras alcanzar un acuerdo con el resto de socios del grupo para dividir la empresa en dos. El ya expresidente de Ubago poseía el 51 por ciento de la compañía, porcentaje que ha entregado, junto a la marca, a Inversiones Delany, José Luis Roselló, Andrés Espinosa y Andrés Rivera -los otros accionistas- a cambio del citado negocio bacaladero y de un montante económico no desvelado.
El nuevo grupo Ubago retiene el resto de negocios (ahumados, salazones y conservas) y será proveedor (no interproveedor como hasta ahora) de Mercadona, al igual que la nueva empresa de Martínez.
El bacalao suponía el 15 por ciento de los ingresos de Ubago, que fueron de 108 millones en 2009, última cifra conocida. El expresidente mantiene la fábrica de procesado de este pescado en China. Este producto es el más rentable de todos los que trabaja Ubago.
Eugenio es "un hombre sencillo, un empresario fuera de serie y un gran estratega", según personas cercanas. "Es un hombre serio, con carácter y con una trayectoria familiar y empresarial impecable", añaden. Retirado del día a día de la empresa, seguía sin embargo marcando la estrategia global del negocio.
Diferentes visiones sobre el desarrollo de Ubago le han llevado a dejar el proyecto empresarial que lleva su apellido. Responsable de la internacionalización de la empresa hacia Marruecos, México, Perú o Ecuador, renacer no le será ahora difícil.
El esperado sí quiero de Unicaja 
