La compañía, a través de su filial Torresol Energy, acumula una inversión de 940 millones en Andalucía a través de tres centrales.
Torresol Energy, la promotora de centrales termosolares controlada por la ingeniería española Sener en un 60 por ciento y el fondo público Masdar de Abu Dhabi en el 40 por ciento restante, tiene ambiciosos planes de desarrollo en Andalucía. A cuatro días de la inauguración oficial de Gemasolar, la única planta termosolar con tecnología de torre y con almacenamiento térmico del mundo, Enrique Sendagorta, presidente de Torresol, anunció que la firma promueve otra planta que tendrá hasta 50 megavatios de potencia (frente a los 20 de la actual) y que se ubicaría junto a Gemasolar.
De esta forma, Torresol agranda su pulso por el liderazgo en termosolar con el que es el primer grupo mundial en este sector, la andaluza Abengoa. Y particularmente reta en su propia casa y con sus mismas armas a la compañía del Ibex, que tiene en funcionamiento otras dos centrales de torre (PS 10 y PS 20) también en la provincia de Sevilla, aunque no cuentan con almacenamiento térmico. Este almacenamiento es el que posibilita que las plantas funcionen cuando no hay radiación solar, lo que las hace más fiables como centrales de producción respecto a las eólicas.
Junto a esta nueva planta de torre, Sendagorta avanzó que tienen otros dos o tres proyectos más en promoción en Andalucía, en concreto en el municipio de San José del Valle (Cádiz), donde a final de año o principios de 2012 van a poner en marcha otras dos centrales con una potencia de 100 Mw y cilindro-parabólica. En total, estas dos plantas más Gemasolar han supuesto una inversión de 940 millones y son las tres primeras con las que contará Torresol. Su facturación anual será de 120 millones.
Junto a ello, el directivo vasco detalló que Torresol promueve dos grandes proyectos termosolares en el desierto de Mojave (California), en los Emiratos Árabes Unidos y en el norte de África. Respecto a la regulación que regirá los 2.500 Mw que se instalarán previsiblemente en España entre 2014 y 2020, y que está pendiente de aprobarse por el Gobierno, pidió que se mantenga estable una vez aprobado, refiriéndose sin citarlo a los cambios sufridos en los marcos de eólica y fotovoltaica en los últimos años.