La cooperación es un ingrediente indispensable para el éxito de las pymes en el camino de la competitividad internacional a través de la innovación. La innovación tiene un componente cultural que facilita la aparición de estrategias win-win entre los socios colaboradores. En las últimas semanas, se ha hecho pública una iniciativa andaluza digna de servir de ejemplo al resto del tejido productivo: las granadinas Neuron BPh e Innofood I+D+i han creado una alianza estratégica para comercializar de manera conjunta todo su abanico de servicios de I+D+i para el sector agroalimentario y optimizar recursos de gestión interna de ambas empresas.
El buen entendimiento entre ambas biotecnológicas se vio reforzado tras su colaboración en un proyecto financiado por Corporación Tecnológica de Andalucía (CTA), denominado Neuron-Extract, focalizado en la revalorización de residuos agroalimentarios mediante la extracción de antioxidantes y neuroprotectores en mango, chirimoya y aguacate. CTA promueve, mediante su esquema de incentivos y evaluación de proyectos, la colaboración de sus miembros con otras empresas con capacidades tecnológicas complementarias, así como enter empresas pertenecientes a distintos sectores industriales, ya que la suma de fuerzas es estratégica para la I+D+i y las colaboraciones industriales multisectoriales catapultan la aparición de productos, tecnologías y servicios altamente innovadores y competitivos. De hecho, alrededor del 22% de los 375 proyectos financiados por esta Fundación hasta la fecha se ejecutan en cooperación de dos o más empresas.
La propia experiencia de las empresas protagonistas indica que el contacto personal y buen entendimiento entre los profesionales de las distintas empresas es un factor clave para que la cooperación dé sus frutos. De ahí la relevancia de favorecer las redes de contacto, parques científicos y tecnológicos, foros y otros lugares de encuentro que favorezcan el caldo de cultivo adecuado.
Andalucía tiene trayectoria y capacidades para liderar avances estratégicos en biotecnología a nivel internacional, pero una de las principales trabas es la atomización del sector, en su mayor parte formado por spin-offs universitarias. Las alianzas estratégicas para la comercialización y la gestión competitivas pueden ser la clave para que este prometedor sector se fortalezca y ocupe una posición competitiva relevante que aporte más valor a la economía regional. La joint-venture de Neuron e Innofood avanza en la dirección acertada.