Por Carmen Crespo, consejera de Agricultura, Ganadería, Pesca y Desarrollo Sostenible de la Junta de Andalucía
El Brexit, el enfriamiento global de la economía o los nuevos aranceles a productos agroalimentarios por parte de un mercado tan importante como el norteamericano plantean un escenario de incertidumbre que obliga a las distintas administraciones a realizar un esfuerzo extraordinario para prevenir y para paliar posibles consecuencias. El Gobierno andaluz viene trabajando en ello a fin de garantizar, ante cualquier circunstancia, una senda que ya iniciamos hace menos de un año cuando se produjo el relevo en la Junta de Andalucía, que está permitiendo generar riqueza y empleo y nos sitúa a nivel internacional como referentes de calidad y excelencia. Somos conscientes de la necesidad que teníamos de trasladar estas premisas a los presupuestos de 2020. Unos presupuestos expansivos con un crecimiento del 5,4 por ciento que vienen a consolidar el cambio, que contemplan una progresiva reducción de impuestos, que realizan una apuesta histórica por el estado del bienestar y permitirán que, por primera vez en la historia, Andalucía tenga un presupuesto con déficit cero. Un presupuesto que en la Consejería de Agricultura, Ganadería, Pesca y Desarrollo Sostenible nos va a permitir seguir creciendo y afrontar con valentía retos históricos que hasta ahora ni tan siquiera se habían llegado a poner sobre la mesa. Nuestra comunidad siempre se ha caracterizado por su déficit hídrico y también por la necesidad de optimizar este recurso. Las políticas de agua son para este nuevo Gobierno una prioridad absoluta. Andalucía camina hacia un gran Pacto por el Agua y en el nuevo presupuesto vamos a destinar 332 millones de euros a proyectos de depuración, infraestructuras hidráulicas y modernización de regadíos. Un esfuerzo inversor reflejado en una potente apuesta por la sostenibilidad que contribuirá a la lucha contra el cambio climático desde el impulso a la Ley de Economía Circular, el refuerzo de los recursos humanos y materiales para poner fin al bloqueo administrativo en materia de calidad ambiental, la modernización progresiva del Infoca o la prevención de los incendios forestales. El proceso de cambio del sector agrario y agroalimentario andaluz está ya en marcha y vamos a consolidarlo con medidas que pasan por una inversión de 90 millones para modernizar nuestro sector agroalimentario, 73 millones para la incorporación de jóvenes al campo andaluz o más de 48 millones en ayudas al sector pesquero. Son solo algunas pinceladas de un presupuesto que permite abrir nuevos horizontes con la premisa de crecer más y mejor, respaldando la acción con una mejora en la gestión de las ayuda de la PAC y desde la consideración de que nos debemos al sector y de que tenemos que seguir apoyando y respaldando a las mujeres y hombres del campo y de la mar de Andalucía que cada día aportan lo mejor de sí mismos.