Los bosques ahorran un 20 por ciento de emisiones de CO2 a la atmósfera en España, gracias al total de 70 millones de toneladas que quedan fijadas anualmente en su masa forestal, según explicó hoy el presidente del Foro de Bosques y Cambio Climático, José Carlos Álamo, durante la presentación de la campaña '¡Nos comemos el CO2!', con motivo del Día Mundial del Medio Ambiente, que se celebra el próximo 5 de junio.
En este sentido, señaló que los 16 macizos forestales principales de España retienen, sólo en biomasa de los árboles, más 657 millones de toneladas de CO2, con un incremento de fijación en una década del 36 por ciento. De este modo, la tasa de acumulación anual de CO2 en los bosques españoles es, aproximadamente, de un 3,18 por ciento.
Además, explicó que, en conjunto, la masa forestal española almacena 186,2 millones de toneladas de CO2, de las que un 21 por ciento están fijadas en Galicia, y en Castilla León y Cataluña, se "guarda" otro 12 por ciento, respectivamente. Muy por debajo, se encuentran otras comunidades autónomas, como Navarra (8 por ciento), Castilla-La Mancha y Asturias (7 por ciento, cada una), Andalucía, Aragón y País Vasco (6 por ciento, cada una), Cantabria (4 por ciento), Extremadura (3 por ciento), Madrid y La Rioja (2 por ciento, cada una) y Canarias Valencia, Baleares y Murcia (1 por ciento cada una).
El Foro aboga por una gestión de la conservación de los boques que no demonice una corta controlada de árboles, siempre que se reforeste. "Nosotros, por cada árbol cortado plantaríamos diez --señaló--. Además, pueden extraerse aquellos en peor estado para el bosque pero que son buenos para su uso industrial".
En la misma línea, subrayó que los árboles jóvenes fijan una mayor cantidad de CO2 que los más viejos. "Los árboles son como los seres humanos, cuando son más jóvenes tienen más capacidad", señaló. Por ello, el Foro defiende el uso de la utilización de la madera, y la sustitución de otros materiales más contaminantes, como el metacrilato, por ejemplo, en la fabricación de muebles.
Igualmente, señaló que fijan más CO2 los árboles que crecen más rápido, bien por las características de la especie, bien por el entorno en el que se encuentran. Por ejemplo, las hectáreas necesarias para compensar las emisiones de CO2 de un automóvil serían 0,39 en el caso de los hayedos, 0,14 en el caso de choperas y 0,19 en el caso de pinos silvestres.
Al eucalipto, ley de extranjería
Uno de los que mayor capacidad tiene para fijar CO2 es el eucalipto. Una variedad que, precisamente, los ecologistas no quieren que se replante en España por no ser autóctona. "Sobre el eucalipto pesa una leyenda negra. Le quieren aplicar la Ley de Extranjería en la era de la globalización. Si no hubiéramos importado la patata de América seguiríamos comiendo castañas", ironizó.
Por otro lado, Álamo destacó el papel que pueden jugar los bosques como sumideros de CO2 para acercar a España al cumplimiento del Protocolo de Kioto, aunque advirtió de que es "imposible de cumplir". En todo caso, destacó la necesidad de primar en el futuro su papel y conservación en la reducción de emisiones de CO2 y abogó por compensar económicamente a los propietarios públicos y privados que gestionen bien sus bosques, así como por imponer una cuota en el agua para destinarla a la conservación de las superficies forestales.
Finalmente, advirtió de que legislación española como la Ley de Biodiversidad disuade a los propietarios de conservar sus montes. "No quieren reforestar porque en 20 años se les declararía zona verde de alto valor ecológico y no podrían tocarla --comentó--. Hay que eliminar la idea de que cortar controladamente un árbol es malo. Hay que hacer una tala controlada. Cortar y reforestar".