El Ministerio de Industria se dirigió hace unas semanas a las entidades bancarias más importantes del país para comunicarles la dureza de la inminente reforma energética con las renovables y solicitarles que sean flexibles a la hora de facilitar la refinanciación de los proyectos.
Fuentes del sector explicaron a elEconomista, que el secretario de Estado de Energía, Alberto Nadal, tenía concertada una reunión con la Asociación Española de la Banca (AEB) y la Confederación Española Cajas de Ahorros (CECA). El encuentro se produjo finalmente hace unas semanas y al mismo también asistieron el Banco Santander y BBVA, así como dos entidades extranjeras por su alta exposición a este sector.
Reducción de los ingresos
Nadal comunicó a estas entidades que la reforma contempla una reducción de los ingresos de las renovables de entre el 10 y el 20%, un recorte que en números globales asciende a 1.000 millones de euros, tal como había adelantado elEconomista.
Algunos medios internacionales se han hecho eco del problema financiero que puede suponer que algunas plantas de renovables quiebren, ya que son acreedores de 27.000 millones de euros.
El gran problema se presenta sobre todo para la tecnología fotovoltaica, cuya retribución se ha recortado hasta un 45% desde 2010. No obstante, algunos inversores de termosolar y de energía eólica se encuentran ya en una situación muy delicada.
Nadal avisó a las entidades bancarias de la posibilidad de que algunos inversores entreguen sus plantas porque se encuentran en una situación de default financiero. Además, el secretario de Estado trasladó la conveniencia de provisionar parte de la exposición al sector de las energías renovables.
No obstante, el Gobierno trabaja en una solución para dar garantías a la banca para que se decanten por refinanciar estos proyectos. Una de las propuestas que está encima de la mesa es alargar en dos años el periodo con derecho a prima.
El problema con el que se encuentra este sector es la gran incertidumbre regulatoria desde 2010, cuando comenzaron los recortes. Además, se trata de proyectos con un apalancamiento financiero del 80% y con rentabilidades a muy largo plazo.
Tanto el actual ministro de Industria, José Manuel Soria, como su antecesor Miguel Sebastián han aprobado duros recortes para la tecnología fotovoltaica a raíz del desmesurado crecimiento experimentado en 2007 y 2008 debido a una errónea regulación y planificación del Gobierno.
Tras haber reducido drásticamente su retribución, a pesar de la que la misma se aseguró a través del Boletín Oficial del Estado, algunas plantas ya se han visto obligadas a refinanciar sus deuda. Sin embargo, los bancos han endurecido drásticamente sus exigencias ante la inestabilidad regulatoria.
El nuevo recorte previsto a las energías renovables ha sido un punto conflicto entre Soria y su homólogo en Hacienda, Cristóbal Montoro, quien ha mostrado su preocupación por las represalias iniciadas por fondos internacionales a través de arbitrajes y demandas ante el Parlamento Europeo. Recientemente, el comisario europeo de Energía, Günther Oettinger, mostró su descontento por las últimas medidas tomadas en materia energética y la involución de las renovables.