Ahorro Energético

España pagará caro el crudo por el conflicto en Ormuz

Imagen del estrecho de Ormuz.

Algunos Estados miembros como España prevén aprovechar la agilidad del mercado y proveerse a través de contratos de trading del suministro necesario para cubrir el porcentaje importado a este país y que actualmente asciende al 14,7%.

La cantidad es relevante y según los datos de los últimos doce meses, España ha comprado 7.632 millones de toneladas de Irán. Pero Arabia Saudí que aporta un 14% de la cesta de crudo española ya ha lanzado mensajes de que podrá sustituir a Irán en el suministro.

Eso sí en estos contratos el precio del combustible se dispara y presionan al alza en las cotizaciones del crudo Brent, que ha llegado a repuntar hasta los 113 dólares por barril debido a este asunto. A esto hay que sumar la depreciación del euro, que provoca que las importaciones del crudo sean más caras.

En cualquier caso, hay que recordar que el eventual embargo tendría que formalizarse aún en el próximo Consejo de Ministros de Exteriores de la UE el próximo 23 de enero.

Analistas expertos

Los analistas expertos del sector están realizando ya todo tipo de conjeturas sobre cómo puede afectar la situación a los precios. Natalia Aguirre, analista de Renta 4 considera que la situación se puede agravar considerablemente si Teherán cumple con su amenaza de cerrar el estrecho de Ormuz ante un inminente embargo.

Este estrecho se ubica en el Golfo Pérsico y está considerado como una ruta vital para el paso de crudo, por lo que su cierre podría tener consecuencias económicas dramáticas en todo el mundo. En caso de que se llegue a esta situación, según Aguirre, ya no estará en juego un 2,5% de la producción de crudo a escala global, que es lo que supone Irán, si no que "estaríamos hablando de un tercio de la producción lo que desembarcaría en un problema estructural a escala mundial".

La razón es que el cierre de este estrecho, por el que circulan cada día petroleros que transportan unos 16 millones de barriles, derivará en que los precios del crudo se disparen significativamente e implicará un alza del componente energético de la inflación.

Y es precisamente en este punto, es decir, en el encarecimiento del precio del dinero, donde se verán perjudicadas las políticas de los bancos centrales. Así, estarán en juego las bajadas de tipos y las aportaciones de liquidez, que son cuestiones que dan directamente algo de aire a las distintas economías.

Ampliación de acuerdos

Por tanto, el problema de Irán no está en las consecuencias a corto plazo y hay que tener en cuenta que Repsol y petroleras de Italia y Grecia acaban de ampliar para el conjunto de 2012 la mayoría de sus acuerdos con Irán acerca del suministro de petróleo, de modo que la mayor parte del crudo de este país quedará probablemente eximido al menos durante el primer semestre del año de posibles sanciones de la Unión Europea. Sin embargo, el mercado ya refleja una gran preocupación por las derivadas en el futuro.

Un dato halagüeño para los analistas es cómo se resolvió el tema de Libia, donde tras las revueltas provocaron el abandono de la actividad petrolera de las compañías allí presentes, entre ellas Repsol. En este caso, el país aportaba el 9% de la cesta de la compra de crudo que se ha compensado a través de contratos de trading. Tras la muerte de Muamar Gadafi, las petroleras han vuelto poco a poco a la normalidad y aunque la exportación aún no se ha completado ya se encuentran en un rendimiento del 60%. Sin embargo, este hecho también tensionará sobre el precio del petróleo ya que a la ausencia de combustible de Irán hay que sumar la cantidad que todavía no se ha recuperado del Norte de África.

JP Morgan calcula que un incremento del 10% en el precio del petróleo reduce el crecimiento global en cerca de un 0,25%.

Consecuencias del cierre del estrecho

Según Barclays Capital, si el estrecho se cierra los precios pueden alzarse hasta los 130 ó 140 dólares el barril. Además, advierte de que la sustitución de Irán por Arabia Saudí implicará un refuerzo de la posición macroeconómica de esta zona debido a una mayor producción y precios. Sin embargo, en una situación extrema, como la del cierre del estrecho de Ormuz, "la producción saudita de más de 11,5 millones de barriles diarios no puede ser sostenible durante más de tres meses", asegura Barclays en su último informe del petróleo.

Por contra, Morgan Stanley apunta que un corte en el paso de Ormuz será limitado por las acciones de la flota de EEUU que podría abrir el estrecho en semana, creando así una coyuntura que puede ser resuelta por la liberación de reservas de la Agencia Internacional de la Energía.

Además, el banco de inversión explicó que Libia ya exporta 1 millón de barriles diarios y prevé que vuelva a la cifra preconflicto de 1,6 millones de barriles para mediados de año.

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