
El Gobierno libio y los rebeldes federalistas que controlan varios puertos petroleros del este del país, desde el verano, acordaron la reapertura inmediata de dos instalaciones petroleras, así como la entrega del resto de muelles a las autoridades de Trípoli en las próximas semanas, confirmó a Efe una fuente gubernamental.
La fuente indicó que los puertos de Al Zauitina, el más pequeño de los cuatro que los milicianos federalistas controlan en el golfo de Sirte, y el de Al Hariqa, cerca de la frontera con Egipto, serán entregados inmediatamente a responsables del Gobierno central.
Según indicó el ministro de Justicia, Salah al Marguni, en una rueda de prensa, el resto de los puertos situados en el golfo de Sirte -Sidra, Ras Lanuf y Brega- serán entregados a las autoridades de Trípoli dentro de dos a cuatro semanas.
En contrapartida, se creará una comisión del Ministerio de Justicia formada por seis personas que investigará las operaciones de venta de hidrocarburos realizadas desde la caída del régimen de Muamar al Gadafi hasta ahora, una de las exigencias de los rebeldes.
Al Marguni agregó que el Ejecutivo también tiene intención de suprimir el decreto 42, según el cual se formó una fuerza especial de seguridad para levantar el cerco impuesto por los rebeldes a los pozos de petróleo.
Según un comunicado del Ministerio de Justicia, el acuerdo ha sido redactado, entre otros, por el presidente de la autodenominada Oficina Política de Barka (este del país), Jaled Said al Yidran, y por el presidente de la Oficina Ejecutiva, Abderrabo Abdelhamid al Barasi.