Siga en directo lo que ocurre. Las Fuerzas Armadas de Egipto han pedido a los egipcios que dejen de lado cualquier ansia de venganza y sean tolerantes con el fin de lograr la reconciliación nacional, al tiempo que garantizaron la libertad de expresión y de reunión. Éste mensaje se produce tras el llamamiento de La coalición islamista que encabezan los Hermanos Musulmanes a que se manifiesten en todo el país en un 'Viernes del rechazo' contra el golpe de Estado militar.
Las Fuerzas Armadas egipcias dijeron el jueves que no tomarían medidas arbitrarias contra ningún grupo político y que garantizarían el derecho a protestar, siempre y cuando las manifestaciones no amenacen la seguridad nacional.
El comunicado fue publicado en Facebook después de los arrestos de líderes de los Hermanos Musulmanes después de que las Fuerzas Armadas depusieran al presidente islamista Mohamed Mursi y antes de las manifestaciones que el grupo islamista está planificando para el viernes.
Las Fuerzas Armadas de Egipto dijeron: "La sabiduría, el verdadero nacionalismo y valores humanos constructivos que todas las religiones promueven, nos exigen evitar tomar cualquier medida excepcional o arbitraria contra cualquier facción o corriente política".
Medidas extraordinarias
Las Fuerzas Armadas señalaron que los "actos de venganza" representan una "amenaza para la paz social y los intereses de la nación", así como "afectan de forma negativa a la seguridad y la economía de Egipto".
Además, llamaron a no adoptar medidas "extraordinarias o arbitrarias contra cualquier grupo o movimiento político", después de que líderes de los Hermanos Musulmanes hayan comenzado a ser detenidos o buscados por la Justicia.
"La moralidad del pueblo egipcio tolerante y los valores islámicos atemporales" no van a permitir la "venganza entre las partes de un solo pueblo", apuntó el comunicado.
El Ejército apuntó que la libertad de expresión es "un derecho garantizado para todos los egipcios y uno de los logros más importantes de la revolución" que desbancó del poder al presidente Hosni Mubarak en febrero de 2011.
Mientras, Mursi continúa en paradero desconocido de forma oficial, aunque los Hermanos Musulmanes han denunciado que este se encuentra retenido por los militares y sin poder comunicarse con su familia o con el exterior.