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Los países se presentan a la COP28 sin tener los deberes hechos

  • El impacto del cambio climático puede provocar el desplazamiento de 17 millones de personas para el año 2050
La COP 28 se celebrará en Dubai.

La cita anual contra el cambio climática, la Conferencia de las Partes 28, más conocida como COP28, está a la vuelta de la esquina. A partir de este 30 de noviembre y hasta el próximo 12 de diciembre, líderes corporativos de las principales industrias se reunirán para avanzar en la descarbonización, impulsar las energías limpias y conseguir una unión que permita un futuro más verde y próspero.

Lo harán en un contexto de cierta decepción. Los esfuerzos por mitigar las emisiones de CO2 y las acciones plasmadas en los planes nacionales de medio ambiente se han demostrado insuficientes por el momento, por lo que se requiere aumentar el esfuerzo.

Cierto es que la Conferencia ha logrado avances en el pasado en materia de medio ambiente, como el Acuerdo de París, donde se limitó el aumento de la temperatura global a 1,5º por encima de los niveles preindustriales, o la COP27, celebrada en 2022, cuando se acordó eliminar promesas climáticas que no conllevasen la reducción de emisiones de CO2 o indicadores que permitan la medición de sus resultados.

Sin embargo, son avances muy pobres, ya que según afirma António Guterres, secretario general de la ONU, "el abismo entre la necesidad y la acción es más amenazador que nunca". Esta afirmación la corrobora el Banco Mundial, que advierte que en 2023 unas 5,8 millones de personas podrían caer en la pobreza extrema por el cambio climático y unos 17 millones en 2050 se verían obligados a desplazarse por esto mismo.

Objetivos de la COP28

Así, llega este encuentro, con la intención de acelerar la transición energética y reducir las emisiones para 2030. Para ello se quiere triplicar la capacidad de energías renovables antes de ese año, al mismo tiempo que se reduce el uso y, por tanto, las emisiones de los combustibles fósiles para 2030.

Después de la COP28, los países tendrán hasta 2025 para presentar sus respectivos planes nacionales para luchar contra el cambio climático, lo que determinará en gran medida si se está siguiendo el camino correcto.

En este punto, la electrificación y la eficiencia energética juegan un papel protagonista en la reducción de emisiones. Pero, lograr avances en estos aspectos requiere de una gran inversión económica. Por ello, financiar la acción climática ocupa también un alto grado de importancia en la cumbre. El objetivo se centra especialmente en potenciar la estructura sostenible de los países en desarrollo para que puedan cumplir sus necesidades en este ámbito.

Otro de los objetivos que están previstos atender en esta COP28 es conseguir que el centro de la acción climático esté en la naturaleza, las personas, las vidas y los medios de vida. En este sentido, se espera que comience a funcionar el Fondo Para Pérdidas y Daños aprobado el pasado año para que los países en desarrollo puedan hacer frente a los daños resultantes de los efectos adversos del cambio climático, es decir, proteger a aquellas naciones que son vulnerables a sufrir desastres climáticos empeorados por los países industrializados.

Además, la cumbre busca ser más inclusiva que nunca, incluyendo en las reuniones y charlas a jóvenes, así como delegaciones con representaciones paritarias y comunidades indígenas, entre otros. Por tanto, las negociaciones y acuerdos en materia de emisiones incluirán a todos estos grupos sociales más allá de los negociadores, funcionares y Jefes de Estado que suelen acudir al encuentro.

Este encuentro por el planeta también valdrá para valorar y analizar el informe de síntesis con el balance mundial del Acuerdo de París, lanzado por la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático (UNFCCC). Como su nombre indica, este documento nació para evaluar la respuesta mundial que se le está dando a la crisis climática y el camino a seguir para enfrentar el problema. "Actualmente, no estamos en el camino de alcanzar los objetivos a largo plazo del Acuerdo de París, pero aún existe una ventana de oportunidad que se está cerrando rápidamente para asegurar un futuro habitable y sostenible", subraya el Secretario Ejecutivo de ONU para el Cambio Climático.

En cualquier caso, existen ciertas dudas respecto al avance que supone este encuentro. Ya en ocasiones anteriores, las negociaciones concluyeron sin ningún tipo de acuerdo en el texto final, como ocurrió en Madrid en 2019, con la COP25, y en Copenhague, en 2009. A este temor de fracaso, también se suma la negativa, en muchas ocasiones, de las pequeñas naciones insulares de considerar un éxito la COP a menos que se establezca verdaderamente un lenguaje firme en torno a la eliminación progresiva de los combustibles fósiles y a mantener el calentamiento global por debajo de 1,5º.

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