
Lleva más de un año perdiendo dinero sin parar y, pese a ello, la empresaria china Yang Huiyan, de 42 años, continúa siendo la mujer más rica de toda Asia.
Aunque el montante total de su fortuna sigue siendo una incógnita, en 2021 Bloomberg lo estimaba en unos 33.900 millones de dólares que, sin embargo, se redujeron a 16.100 millones en las estimaciones de julio de 2022 y poco después a 11.300 millones tras registrarse nuevas pérdidas, entre ellas los 2.000 millones que dejó de tener en un solo día el 27 de julio del año pasado.
Yang Huiyan heredó de su padre un imperio inmobiliario y su riqueza no había dejado de crecer hasta hace poco más de un año. Tenía solo cinco años cuando su padre, Yang Guoqiang, comenzó a trabajar como gerente general de una empresa de construcción local, en un momento en que el áuge inmobiliario llegó a su cénit. En China no paraban de construirse inmuebles gracias a las reformas económicas y a la enorme demanda de apartamentos.
En ese contexto nació en 1992 Country Garden Holdings, la empresa que Yang Huiyan heredaría quince años después. En principio, lo iba a hacer su hermano mayor, pero falleció en 2005. La mujer más rica de Asia maduró al tiempo que la compañía, que gestiona propiedades residenciales y docenas de hoteles por toda China, e incluso siendo una adolescente ya asistía a reuniones de la junta directiva.
Yang Huiyan tenía 23 años cuando se licenció en Marketing y Logística en la Universidad Estatal de Ohio, en Estados Unidos, y su padre la convirtió entonces en su asistente personal. Dos años después, a los 25 años, se convirtió en la mujer más rica de China después de que Country Garden recaudara 65.000 millones de dólares en una oferta pública inicial en Hong Kong en abril de 2007, año en que heredó la empresa de su padre, que pasó a ser asesor especial de la compañía.
Punto de inflexión en 2020
Todo marchaba de manera inmejorable hasta que el sector inmobiliario chino comenzó a presentar grandes problemas con la caída de los precios de la vivienda, la disminución de la demanda y una crisis de incumplimiento de la deuda que empezó a afectar a grandes desarrolladores desde el año 2020.
La tendencia continúa, como ya vaticinara la propia Yang Huiyan, y solo en 2022 el patrimonio neto de la empresaria descendió más del 52%, según el índice Bloomberg de multimillonarios.
Yang Huiyan nació en la ciudad de Shuntak, al sur de China, en 1981, en el seno de una de las familias más adineradas y poderosas del país asiático. La caída en picado de sus negocios inmobiliarios se inició en 2020 con la irrupción de la pandemia del coronavirus, pero también porque las autoridades chinas trataron de frenar, sin éxito, el excesivo endeudamiento del sector inmobiliario chino.
Nuevas pérdidas
Country Garden fue capaz de capear los primeros estragos, pero sus problemas de liquide llevaron a la compañía a vender acciones con un descuento de casi el 13% para recaudar fondos. Las venta de propiedades en China se ha desplomado y la que fuera la mayor promotora inmobiliaria del país y la que sigue siendo la mujer más rica del gigante asiático ha alertado de que espera que el negocio continúa a la baja, contemplando unas pérdidas de entre 45.000 y 55.000 millones de yuanes (5.675 y 6.937 millones de euros) tras los resultados del primer semestre de 2023 y el desplome de la cotización de su empresa en la Bolsa de Hong Kong, donde las acciones de la compañía cerraban en mínimos históricos, con una caída del 5,77%.
Country Garden atribuye las pérdidas que espera a la disminución en el margen de utilidad bruta del negocio inmobiliario y al aumento en el deterioro de proyectos, como resultado de la caída en las ventas en la industria de bienes raíces, así como a la pérdida relacionada con las fluctuaciones del tipo de cambio.
En los seis primeros meses de 2023, la empresa alcanzó unas ventas de 140.800 millones de yuanes (17.756 millones de euros), lo que representa un retroceso interanual del 35% y una caída del 61% si se compara con los ingresos de la compañía en el mismo periodo de 2021.
Además, en el mes de julio, Country Garden registró una cifra de negocio de 12.100 millones de yuanes (1.526 millones de euros), lo que supone el cuarto mes consecutivo de caídas interanuales de los ingresos, con un retroceso del 60% respecto de julio del año pasado y del 78% respecto de hace dos años.
"Múltiples factores desfavorables"
En 2022 y en el primer semestre de 2023, Country Garden, junto con sus negocios conjuntos y asociadas, entregó cerca de 700.000 y 278.000 unidades de propiedades, respectivamente. Se espera que se entregue un total de casi 700.000 unidades en el conjunto de 2023.
"Desde 2021, el sector ha entrado en un período de dificultades sin precedentes con múltiples factores desfavorables, lo que ha resultado en graves problemas para las ventas y la financiación en el mercado", ha explicado la empresa, que hace tambalear de nuevo al sector inmobiliario chino apenas dos años después del comienzo de los problemas de otro coloso como Evergrande.
Las acciones de Country Garden ya registraron un desplome superior al 10% a principios de esta semana, después de que diversas informaciones indicasen que la empresa no había pagado dos cupones de sus bonos durante el pasado fin de semana. En lo que va de año, Country Garden se ha devaluado un 63% en la Bolsa de Hong Kong.
Esfuerzos de "auto-rescate"
Ante una situación "tan extremadamente difícil" en el sector, la compañía ha destacado sus esfuerzos de "auto-rescate" para garantizar, en primer lugar, los flujos de efectivo con la meta de minimizar los costes y maximizar el valor. Para minimizar los gastos, Country Garden ha acometido un control estricto de la capacidad de producción ineficaz para reducir gastos operativos no esenciales, además de reforzar el control de los costes simplificar su estructura organizativa, incluyendo la rebaja de los salarios, "con la alta dirección a la cabeza".
A pesar de los problemas, la promotora ha asegurado que "se adherirá a sus responsabilidades" y no escatimará esfuerzos en el auto-rescate, así como la toma de medidas efectivas para revertir la situación.
En cuanto a su máxima responsable, ve ahora peligrar su liderazgo como la mujer más rica de Asia, ya que los últimos varapalos han permitido que se le haga sombra la empresaria Fan Hongwei, que según Bloomberg tiene un patrimonio cercano a los 16.000 millones de dólares.
Chipriota, hospitalaria y solidaria
Al margen de los negocios, Yang Huiyan obtuvo en 2018 la nacionalidad chipriota, a pesar de que China no permite contar con doble nacionalidad y si uno de sus nacionales adquiere otra, pierde la china. Se supo de su nacionalidad chipriota gracias a unos documentos filtrados denominados Los papeles de Chipre. Lo cierto es que desde octubre de 2020 se desconoce la verdadera nacionalidad de la empresaria, ya que el Gobierno de Chipre suspendió el esquema de pasaportes.
En junio de 2022, el International Hospitality Institute la reconoció en Global 100 in Hospitality, una lista que presenta a las 100 personas más poderosas en la hospitalidad global. Yang se casó en secreto en 2007 y hasta meses después no lo reveló ni se conoció la identidad de su pareja. Su hermana menor, Ziying, también es directora ejecutiva de Country Garden.
Su familia, además, ocupaba en 2021 el cuarto lugar en la lista Forbes China Philanthropy, y es que ha donado más de 1.300 millones de dólares en los últimos 20 años a proyectos de enseñanza, formación profesional, investigación científica y lucha contra la pobreza. De hecho, ha ayudado a que 490.000 personas dejaran de ser pobres en estas dos décadas.