
La zona denominada Casas Aisladas de Gévora, pedanía de Badajoz es la "situación más complicada" tras el paso de la borrasca Efraín, por las pérdidas materiales que han sufrido muchos vecinos de las pedanías pacenses. La subida de los ríos Zaptón y Gévora, del pasado 13 de diciembre, no termina de bajar y hay zonas de difícil acceso para muchas viviendas y explotaciones ganaderas.
La muerte de las cabañas ganaderas y su retirada será el primer paso en la actuación que se realice en la zona, hay explotaciones con pérdidas "muy cuantiosa y muy duras", afirmaba el alcalde de Badajoz, Ignacio Grajera.
Hay un gran número de cabezas ganaderas muertas y eso será un foco de insalubridad muy importante, los vecinos y vecinas aún está reaccionando a esta borrasca que arrasó con todo lo que tenían, tanto en viviendas particulares como en las explotaciones ganaderas.
A fecha de hoy aún no se sabe a cuánto ascienden las pérdidas económicas, puesto los responsables siguen peritando y tasando los innumerables daños. Lo que sí ha sido destacable ha sido la avalancha de solidaridad de todos los vecinos que no dudaron en salir a la calle para ayudar a quien más lo necesitaba.
Hasta Gévora se ha traslado el personal necesario del Instituto Municipal de Servicios Sociales (IMSS) y tanto las propias trabajadoras sociales como el apoyo psicológico, para ayudar a los vecinos en estos momentos de shock.
La Junta de Extremadura aprobó en el pasado Consejo de Gobierno una cuantía de ayudas por más de 4 millones de euros para ayudar a la reconstrucción de las viviendas y de las zonas afectadas, pero además se ha solicitado al gobierno central la declaración de Zona de Emergencia para poder actuar cuanto antes.
El portavoz del PSOE, principal grupo de la oposición del Ayuntamiento de Badajoz, Ricardo Cabezas, ha pedido ayudas de urgencia a los afectados por el temporal, por lo que reclamó un fondo de contingencia de unos 470.000 euros para ayudar a los damnificados.
No obstante, para Cabezas "la actualidad municipal pasa por las familias de Gévora y por las familias de Valdebótoa que lo han perdido todo", tras lo que les ha trasladado su ánimo y todo el apoyo y solidaridad con unas familias que "en menos de una hora u hora y media" con motivo del paso de la borrasca Efraín por ciudad y pedanías "lo han perdido todo".
Carretera Badajoz-Cáceres
Roca de la Sierra ha sido otro de los puntos más complicados, durante el martes 13 de diciembre la carretera que une a las dos capitales de provincia se derrumbó en el kilómetro 45 de la N-523 y aún hoy sigue siendo intransitable.
Extremadura ha sido la zona más afectada de esta borrasca con más de 70 litros por metro cuadrado en el entorno de Badajoz, ha desbordado cauces y ríos ocasionando importantes daños.
Puente de Cantillana en Gévora (Badajoz)
500 años de historia se han derrumbado, el Puente de Cantillana en Gévora (Badajoz), recientemente nombrado Bien de Interés Cultural (BIC) no soportó la envestida de la subida del río y se derrumbó parcialmente. Tenía prevista su rehabilitación en el próximo año, a través del presupuesto ordinario o del Plan de Impulso, pero finalmente el temido derrumbe llegó antes de la actuación.
Cabe recordar que el Consejo de Gobierno de la Junta de Extremadura aprobó el pasado mes de junio el decreto por el que se declara Bien de Interés Cultural el Puente de Cantillana, en el término municipal de Badajoz, con la categoría de Monumento.
Esta infraestructura se ubica sobre el río Gévora, a unos cinco kilómetros de Badajoz. Se construyó en el siglo XVI, tiene el aspecto característico de los puentes de la Baja Edad Media y cuenta con un gran valor patrimonial.
Está construido con sillería, mampostería y ladrillo, posee 17 vanos con arcos y bóvedas de medio punto, tiene una longitud de 212 metros y la altura máxima es de 9,2 metros. Por otro lado, en el siglo XIX se construyó un puente metálico en su proximidad para dar servicio a la misma vía de comunicación, transformada en la carretera Nacional 523 Cáceres – Badajoz.