
¿Qué pasaría si el arte se convirtiese en dinero fiduciario? El artista británico Damien Hirst quiere descubrirlo y, para ello, ha puesto en marcha uno de los últimos experimentos del mundo de los NFT (non-fungible-token). Este creador de obras gráficas se ha preguntado si está tecnología puede aprovecharse para que el arte pueda utilizarse como dinero real.
Hirst ha anunciado que lanzará 10.000 NFT vinculados a las pinturas originales de su obra The Currency. Cada una de estas pinturas únicas tendrá un precio de venta de 2.000 dólares. No obstante, una vez pase un año desde su compra, el artista británico dará a los adquisidores la elección de quedarse con la obra digital o, en su defecto, cambiarla por la versión física. La opción que no sea la elegida se destruirá.
¿Se revalorizaría más el NFT que la obra real?
Con este experimento, Hirst pretende demostrar si los compradores de su obra serían capaces de revalorizar el precio del NFT y especular con él, utilizarlo como moneda de cambio para adquirir otro producto, tal y como explica el artista a Cointelegraph.
En este sentido, sostiene que el arte en todas sus vertientes, y en este caso en los NFT, tiene el valor que la gente le dé. Es decir, si un cuadro tiene un precio de venta de 1 millón de dólares es porque una gran cantidad de personas pagarían ese dinero por él.
Dicho esto, Hirst habla sobre el oro, explica que este material tiene ese valor porque para prácticamente la totalidad de la población mundial debería tenerlo. Sin embargo, cumple las mismas características que la plata para obtener este status, pero esta queda relegada a un segundo puesto por esta tendencia, explica.
El británico señala que le encantaría que algún día su obra The Currency fuese utilizada como moneda real, dado el valor que tendría como NFT. No obstante, considera que la mayoría de los compradores optarán por quedarse la copia física, demostrando todo el camino que queda por andar para aunar el mundo digital y el físico en la industria del arte. Aunque cabe destacar que si solo unos pocos guardasen la versión en NFT cabría la posibilidad de que esta se revalorice mientras que la obra de arte física se devaluaría, aunque nada es seguro.