A debate

Las terrazas son para el verano

De idílicas vistas, en un movido mercado recién rehabilitado, con una dosis importante de arte... Las terrazas llegan un año más con atrayentes propuestas. Por Ana Marcos

Es la novedad más pujante en la capital. La profunda renovación del Mercado de San Antón, en pleno barrio de Chueca, ha regalado otra bonita terraza a Madrid.

En su planta superior, son casi 400 metros cuadrados de espacio donde disfrutar de una apetitosa cocina mediterránea.

En la carta de La Cocina de San Antón by Cinco Jotas, no faltan desde luego los mejores ibéricos de la empresa chacinera de Osborne.

Pero su oferta se amplia a una cocina tradicional de corte casero, preparada con mimo. Junto a unos ricos huevos fritos o los chipirones a la plancha con pisto, una refrescante oferta de ensaladas y otras propuestas fusión como el curry de pollo y langostinos.

Lo más divertido es que se puede comprar pescado, carne o marisco en algún puesto advirtiendo que es para el cooking del restaurante, donde se llevará para ser preparado y servido acompañado de diversas guarniciones.

En la zona chill-out, más informal y de copeo, ofrecen una pequeña carta con tapas, ceviche, hamburguesas... junto a originales zumos (lechuga, manzana y apio) naturales, combinados clásicos y cócteles.

Museos, fortalezas militares y jardines

Y de un mercado a uno de los grandes museos madrileños. El gastrobar del Museo Thyssen-Bornemisza renueva su carta de tapas y raciones inspirándose en los cuadros que alberga la pinacoteca.

Originales propuestas culinarias como los bocados de Monet (con anchoas y pimientos de piquillo) o focaccia de brandada y yuzu al estilo Gauguin.

Una recoleta terraza que cuenta con una amplia lista de bebidas premium: champagnes, exclusivos destilados y también cócteles.

Además, es posible realizar una visita a la exposición temporal del pintor Antonio López antes de subir a la azotea

El Mirador del Thyssen, que dará la opción de visitar la muestra por la noche y luego pasar a cenar disfrutando de unas bonitas vistas. Platos como la terrina de foie con bomba de frambuesa o la lubina asada con chanfaina de setas, para unas veladas con exquisito marchamo artístico.

La apertura de la terraza del Dry Cosmopolitan Bar, en la plaza de Colón, es otro acontecimiento de esta temporada en la capital.

La novedad es un mobiliario renovado y una barra propia en lo que promete ser uno de los lugares de reunión más animados de la noche madrileña.

Un agradable oasis en el centro de la capital donde tomar los espectaculares cócteles y combinados, muchos de ellos creados por el empresario catalán y cocktailman Javier de las Muelas.

Desde los clásicos a otros creativos como el Sharon Stone o el Carnyvore. Entre su oferta, tapas, montaditos, tacos de salmón, coca de cristal con jamón... La terraza tiene entrada directa desde la calle o a través del hotel Gran Meliá Fénix.

Cap Rocat ha sido uno de los grandes hoteles revelación de los últimos tiempos. Abierto de nuevo con la llegada del verano, se trata de una antigua fortaleza militar reconvertida en un hotel único.

Un referente de máximo confort y exclusividad enclavado en Llucmayor, al suroeste de Mallorca, dentro de un área natural protegida y frente al Mediterráneo, a tan sólo diez minutos de la capital balear.

Entre su propuesta gastronómica, junto al restaurante más clásico La Fortaleza, está el Sea Club, un entorno idílico con preciosas vistas a la bahía de Palma.

Arroz negro de sepia y tirabeques, calamar fresco mallorquín sobre tartar de tomates y aceite de perejil, coca de escalibada con sardinas marinadas...

Preparaciones sencillas y veraniegas en un entorno exquisito, donde también se puede tomar una copa tranquila por la noche.

Enclavado en el barrio de Sarriá, la zona alta de Barcelona, Acontraluz ofrece la posibilidad de comer en un frondoso jardín enclavado en medio de la ciudad, con una tranquila y reposada atmósfera en la que la naturaleza se da la mano con el más avanzado diseño.

Con un comedor mitad cubierto, mitad al aire libre, es perfecto para degustar una cocina sin complicaciones -un punto característico del grupo restaurador Tragaluz- pero fresca, original y correctamente elaborada.

El chef David del Pino propone platos mediterráneos y refrescantes, con cierto toque exótico, aunque la novedad de este año es una atrayente carta de tapas con elaboraciones como la burrata con aceite de trufa y escamas de sal, las croquetas de pescado con almíbar de sishimi o los gambones en tempura con teriyaki.

Igualmente es el lugar perfecto para tomar la copa de sobremesa.

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