La elección de la sede de los Juegos Olímpicos de 2020 fue un auténtico mazazo para la candidatura de Madrid, más confiada que nunca en que esta sería la ocasión definitiva para acabar haciéndose con el sueño olímpico.
Sin embargo, el Comité Olímpico Internacional (COI) echó atrás el proyecto español en la primera votación, decantándose en primer lugar por el de Estambul y finalmente por el de Tokio.
Al COI no le termina de convencer Madrid. Se ha podido observar en las últimas tres elecciones, en las que la candidatura española ha ido cayendo una vez tras otra. En las primeras se podía achacar a la falta de experiencia. Ahora, parece evidente que los motivos del 'fiasco' son otros.
1- La crisis económica. Algunos miembros del Comité lo han dicho claramente. "España debe emplear sus recursos económicos en cosas más importantes que unos Juegos". La precaria situación por la que atraviesa el país se ve como un riesgo y se prefiere optar por candidaturas más solventes y con menos dudas financieras.
2- La poca credibilidad de los políticos. Sus discursos lo ejemplificaron. Los representantes nacionales no convencen, ni dentro del país ni fuera de las fronteras nacionales. Los miembros del COI son además conscientes de la desafección política existente en la sociedad, y ver el tono de los mensajes de Rajoy o Ana Botella no ayudó en absoluto a mejorar esta imagen.
3- El dopaje. España sigue siendo uno de los paraísos de las 'trampas' deportivas. En el mundo se observa al país como uno de los lugares más permisivos con las prácticas irregulares, y los cambios en las leyes han resultado claramente ineficaces e insuficientes. Mientras no haya un cambio radical de postura, algo se estará haciendo mal.
4- La mentira de las infraestructuras. Se ha 'vendido' el mensaje de que el 80% está construido, pero esto no es así exactamente. En realidad, el 80% está pactado, firmado o en camino, en distintas fases de su ejecución. Ejemplos como el Estadio Olímpico de La Peineta (a día de hoy, prácticamente desmantelado y con dudas sobre su construcción) son la más clara muestra de que el proyecto no es tan 'realidad' como sus responsables han querido hacer ver.
5- Los errores en la presentación. Pueden parecer cuestiones poco importantes, pero al COI no le pasa inadvertido que España cometió algunos fallos destacables, especialmente en el turno de preguntas y respuestas. Esto, unido a la mencionada imagen cuestionable de los discursos políticos restó aún más opciones a la candidatura.
6- Los 'lobbies' de presión. Las candidaturas europeas para 2024 presionaron para evitar unos Juegos en Madrid que les habrían quitado opciones. Las redes de París y Berlín, que ya se preparan para albergar la siguiente cita olímpica pudieron más que el empeño de la candidatura madrileña.
7- El exceso de optimismo. Al COI no le gusta la especulación. Ver portadas de medios de comunicación con previsiones incluso de una victoria por mayoría absoluta en primera ronda disgustó a muchos miembros del Comité. La eterna actitud española de suficiencia y superioridad no está bien vista en los círculos internacionales. Y a la postre, esto acaba pesando.