El día 11 de marzo de 2020 la Organización Mundial de la Salud declaró la pandemia. Desde entonces, nos está tocando vivir un periodo realmente excepcional en todo el mundo. Hemos padecido -y seguimos padeciendo- la crisis sanitaria, social, emocional y económica más grave de las últimas décadas. La vida económica en general y, también, los 15 años de "elEconomista" se están viendo condicionados por esta situación global, inédita y de consecuencias imprevisibles.
Ante esa realidad, nuestro primer recuerdo está siempre con las víctimas y sus familias. En Euskadi más de 4.800 personas han perdido la vida afectadas, de uno u otro modo, por el virus. Todas ellas están y estarán siempre muy presentes en nuestra memoria y contamos con el Parque Sempervirens en Vitoria-Gasteiz, un espacio para su recuerdo.
La evolución positiva de los datos hasta el mes de octubre y el éxito del proceso de vacunación nos permitió poner fin a la situación de Emergencia Sanitaria que declaramos por primera vez el 13 de marzo de 2020. Ahora bien, seguimos en pandemia y el virus sigue entre nosotras y nosotros, por lo que no podemos bajar la guardia. Las nuevas variantes vuelven a amenazar la salud pública y es importante recordar siempre que la prevención y auto-protección comienza por las medidas que debemos seguir cumpliendo con rigor: uso de mascarilla, ventilación, lavando de manos, distancia interpersonal y evitar aglomeraciones.
En todo caso, la experiencia vivida estos veinte meses nos permite anticipar y compartir algunas de las lecciones aprendidas.
En el ámbito global, es fundamental reforzar las instituciones internacionales y multilaterales, entre ellas la propia Unión Europea, así como promover una acción coordinada ante los diversos ámbitos a los que afecta la pandemia. Desde el punto de vista comunitario, la pandemia ha puesto de manifiesto la importancia de la solidaridad. Hemos conocido y reconocido, también, la importancia de la Ciencia y la Investigación.
En el ámbito interno, somos conscientes de que debemos seguir potenciando los servicios públicos esenciales para la ciudadanía, muy especialmente Salud, Educación o Protección social. Necesitamos, además, un marco legal adecuado para hacer frente con garantías jurídicas a una Emergencia como la que ha representado la Covid.
Necesitamos un marco legal adecuado para hacer frente con garantías jurídicas a una Emergencia como la que ha representado la Covid
Desde el punto de vista económico, Euskadi sitúa en el Proyecto de Presupuestos 2022 el punto de inflexión para el Relanzamiento económico y social de Euskadi. Por una parte, el Proyecto presentado tiene una fuerte componente social. Así, destina el 77% de sus recursos a dar respuesta a las políticas sociales básicas. Además, hemos mantenido el 100% del "Programa especial Covid" destinado a garantizar los recursos necesarios para los servicios de Salud y Educación.
Junto a ello, hemos planteado un Proyecto de Presupuestos que prima la inversión pública como motor de la reactivación económica. Así, el Gobierno Vasco contempla 1.605 millones de euros de inversión para el ejercicio 2022, esto supone un incremento del 50% en relación a la dotación del presente año.
Somos conscientes de la relevancia del momento económico y social que vivimos. Estamos inmersos en la respuesta a los retos globales para aprovechar las oportunidades de la transformación verde, digital y social. Contamos para ello con el Plan Berpiztu de recuperación económica y del empleo, los proyectos de Euskadi Next
para acceder a los Fondos europeos y el proyecto más inversor de nuestra historia que se orientan a promover la transformación y diversificación de la industria, impulsar las infraestructuras energéticas y medioambientales, así como relanzar la economía verde y circular.
En este aniversario, compartimos con "elEconomista" los activos del modelo vasco de Desarrollo Humano Sostenible: un diagnóstico y una estrategia compartida para la transformación de la economía; una base de solvencia y garantía de gestión de los recursos públicos; una apuesta por la colaboración público-privada. Sobre esta base, y manteniendo la prioridad de garantizar la salud pública, aspiramos a lograr el Relanzamiento económico y social de Euskadi.