15 Aniversario

La Restauración de Marca o la definición práctica de resiliencia

Nuestra industria ha sufrido su crisis más dura, pero ya sabe que la experiencia adquirida, a pesar de que nunca se hubiera querido obtener, es impagable. Si el 2020 fue año del shock y la supervivencia, el 2021 se cierra como el año de la reactivación y el aprendizaje al tiempo que se deposita en 2022 la esperanza de la recuperación definitiva.

Es cierto que hay nubarrones y aunque todos deseamos que pasen rápido y no descarguen con fuerza, el contexto económico, político y sociosanitario nacional e internacional se empeña en introducir nuevos factores de tensión que ponen en riesgo las previsiones más conservadoras y a prueba las mentes más visionarias.

Pero volvamos al presente para analizar este periodo de crisis - aún no se da por finalizado- que está sometiendo a gran estrés a las mejores calculadoras y consultoras porque todo sucede a velocidad crítica y se ha normalizado la anomalía. Todo es inédito en este tiempo menos la capacidad humana de adaptarse.

Para la restauración de marca ha sido clave la penetración de la digitalización y lo avanzada que estaba para servir en canales fuera del local

La hostelería ha sido uno de los blancos directos de esta pandemia; quedó constatada la caída sin precedentes de su facturación en 2020, con el 44% que cifra el INE, pero también se confirmó que la Restauración de Marca amortiguó el golpe al caer el 38% (Marcas de Restauración). Y es que, por su estructura y capacidad financiera, es la que mejor se está comportando en estos tiempos, resultando clave la penetración de la digitalización y lo avanzada -o predispuesta- que ya estaba para servir en los canales de consumo fuera de local (delivery, take away y drive thru).

Aquí la primera conclusión: La Restauración de Marca se ha adaptado mejor y más rápido a las necesidades que han surgido y se ha colocado en una situación óptima para crecer en cuota de mercado hasta alcanzar su récord, con el 31% a fecha de octubre 2021, según datos de The NPD Group. Por supuesto, hasta aquí se ha llegado con el oxígeno que han representado los ERTES y los créditos ICO.

Siguiendo el vuelo por el 2021, fue claro el antes y el después que vivió la hostelería en esta primavera gracias a los beneficios de la campaña de vacunación y del progresivo levantamiento de las restricciones; la recuperación del sector servicios se disparó a pesar de no vislumbrarse la recuperación del turismo internacional. Así, la hostelería encara con confianza, pero no sin preocupación, un momento de recuperación plagado de amenazas; a saber: seguir sujeta a restricciones, temporales y por territorios, la escasez de ciertas mercancías, el episodio inflacionista (ya se empieza sentir la pérdida de rentabilidad, pero se aguanta la traslación al consumidor final) y la dificultad para la contratación de personal (una situación que se prevé se ajustará con naturalidad).

Todas son cuestiones de peso, pero con efectos inciertos y muy condicionados al comportamiento de otros elementos que podrían ajustarlos o minimizarlos en un periodo relativamente corto. Y es que la economía de las familias no está tan tocada como en la crisis de 2008, tampoco hay burbuja inmobiliaria y los fondos europeos, necesariamente, deben aportar robustez a la recuperación.

La hostelería encara con confianza, pero no sin preocupación, un momento de recuperación plagado de amenazas

Ya se ha apuntado que la hostelería ha sido uno de los sectores más dañados por la pandemia y queda tarea por delante para poner el contador a cero de la industria: habrá que prestar atención a vencimientos y renovaciones de los créditos ICO concedidos; habrá que insistir para obtener las ayudas directas que el gobierno central aprobó a comienzos del curso y, sobre todo, habrá que permanecer atentos a la ingente actividad legislativa que está en trámite y llega en un momento en el que a las empresas están ya muy estresadas. Hablamos de cambios en materia laboral o fiscal y del despliegue de planes y políticas con impacto en los modelos de negocio y operativas a través de la sostenibilidad en todas sus expresiones: producto, envases, reciclaje, etc.

En este punto, las empresas de la Restauración de Marca son tan realistas como optimistas porque se necesita estabilidad y no llega, pero a fin de cuentas se les ha sometido al peor examen jamás pensado y han reaccionado de manera impecable. El cliente les ha reconocido y ha vuelto a decir que las marcas tienen valor en sí mismas; un mensaje de fondo que las empresas leen con atención y que encierra el poder de ir por delante y alineado con los grandes ejes de la política: digitalización y sostenibilidad.

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