Evasión

Andrés Arconada recomienda el wéstern 'Solo ante el peligro', una alegoría de la acción humana con un brillante y oscarizado Gary Cooper y Grace Kelly

Gary Cooper y Grace Kelly, en 'Solo ante el peligro'

En 1952, bajo el signo político del senador McCarthy, se estrenó Solo ante el peligro que según los estudiosos es un alegato en contra de las políticas llevadas a cabo por dicho senador. La película está rodada en blanco y negro y no es ninguna superproducción con secuencias de acción relevantes, sin contar el final. A pesar de su tono, la película no deja de ser un ejemplo clásico de lo que se conocía a finales de los años 40 del siglo pasado como un western adulto con un gran contenido psicológico. Precisamente esa es una de las razones por la que se ha convertido en un clásico ya que es la fusión perfecta entre la historia y sus personajes.

Solo ante el peligro es sin duda una alegoría de la acción humana que necesitaba un actor con el suficiente carisma para llevar al público a las salas al tiempo que compusiese el personaje con credibilidad y magnetismo. Algo que insufla durante todo el metraje la figura de Gary Cooper, impresionante en cada uno de sus planos como demuestra el Oscar que ganó como mejor actor protagonista. Su dolor interior y su forma de enfrentarse al personaje al que le brinda una dignidad sin límites hace que no pueda ver a ningún otro actor en ese papel.

Solo ante el peligro

Cooper padecía en la vida real en aquel momento un cáncer que le producía unos terribles dolores de espalda, algo que sin duda le ayudó a componer a ese veterano Marshall, Will Kane, que acaba prácticamente de limpiar un pueblo fronterizo de unos malvados villanos. Will está a punto de establecerse en otro lugar como tendero con su nueva esposa (una debutante y ya entonces buena actriz Grace Kelly), una pacifista enemiga de cualquier tipo de violencia. Un telegrama le anuncia que un despiadado forajido al que el Marshall había enviado a la prisión estatal llegará en el tren del mediodía acompañado de tres pistoleros. Los más cercanos al sheriff le instarán a irse, su esposa se lo exige y lo que es peor, nadie en la comunidad va a acudir en su ayuda. Tendrá que enfrentarse solo ante el peligro.

El film es un retrato amargo y abrasador de la complacencia americana y su capacidad a la hora de colaborar o no con lo justo o al lado de los más débiles. Está lleno de implicaciones y cargada no sólo de interés sino de un gran suspense. El espectador no sabe en ningún momento qué va a pasar. El reloj, otro componente importante del argumento, nos pondrá de los nervios ante la inminencia del mal. Solo ante el peligro está rodada casi a tiempo real, otro de los aciertos de la película que no te deja respirar en ningún momento. No dejamos de observar a ese hombre que cuanto más espera, mayor es la tensión, y cuanto mayor es ésta, mayor es su soledad.

Solo ante el peligro

La tensión va en constante aumento hasta que llegamos a un clímax satisfactorio y apasionante. La película te va a gustar: desde su duración, corta y perfecta para mantener lo anteriormente dicho, la canción del principio, fundamental en su trama, hasta el final con tiroteo incluido, sin duda uno de los mejores nunca vistos. Mención especial de la posición del personaje cuando tira su estrella de sheriff al suelo, un gesto que fue muy criticado por John Wayne que llegó a declarar en su momento que ese gesto era todo un insulto. Por todo ello la película se ha convertido en todo un clásico que mejora en cada visionado. La podéis ver en Movistar Plus+ y Prime Video.

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