Vivienda

El sur de Europa, paraíso inmobiliario: "El Mediterráneo no se tragó España"

  • Crece el apetito de los grandes inversores en el sector inmobiliario comercial
Foto del Edificio España, en Madrid. Foto: Nacho Martín

La percepción sobre la crisis de los países del sur de Europa, hasta hace poco calificados como PIGS (acrónimo de los nombres en inglés de Portugal, Italia, Grecia y España y que significan cerdos), ha cambiado radicalmente. Lo ha hecho hasta tal punto que el diario The Wall Street Journal califica estos países como "paraísos inmobiliarios".

Esta definición podría resultar excesiva, pero de lo que no cabe duda es de que los inversores se están fijando cada vez más en estos mercados en busca de 'gangas' inmobiliarias, al menos en lo que se refiere al sector comercial.

Y entre estos inversores destaca el papel de los asiáticos, quienes han duplicado su inversión en inmuebles comerciales en Europa. Uno de los mejores ejemplos es el del Edificio España, emblemático rascacielos madrileño que podría pasar a manos de un magnate chino. Los inversores se ven atraídos por la posibilidad de obtener grandes rendimientos por la caída de precios a pesar del riesgo que supone el hecho de que estas economías no han salido por completo de la crisis.

Muestra de ello también es el éxito que han tenido Lar e Hispania, inmobiliarias que han comenzado a cotizar y en las que los grandes inversores se han volcado. Pesos pesados de las finanzas mundiales como George Soros y John Paulson también han decidido apostar por el ladrillo español.

La inversión, en máximos desde 2007

"La gente se está dando cuenta del hecho de que el Mediterráneo no se tragó España", resume gráficamente Edic Adler, CEO de Prudential Real Estate Investors, al diario financiero. Su compañía invirtió el año pasado 1.500 millones de dólares en toda Europa y espera hacerlo todavía más.

En conjunto, la inversión total en inmuebles comerciales en Europa alcanzó los 177.800 millones de euros, un 17% más, el mayor volumen desde 2007, según las cifras de Real Capital Analytics. Desde el comienzo de la crisis, el foco se centró en ciudades como Londres y París, pero ahora el dinero también se fija en otros lugares con la esperanza de que lo peor de la crisis haya pasado.

Así, en el sur de Europa (España, Portugal, Italia y Grecia) las transacciones se incrementaron especialmente en el cuarto trimestre de 2013, cuando se duplicaron las operaciones respecto al mismo periodo del año anterior hasta un total de 3.000 millones, según los datos de JLL que recoge The Wall Street Journal.

Tres razones para el boom

Buena parte de este boom que viven las inversiones inmobiliarias se explica por el entorno mundial de bajos tipos de interés. Muchos inversores institucionales (como fondos de pensiones o incluso fondos soberanos) están incrementando sus posiciones en mercados como España o Italia en busca de una mayor rentabilidad.

Otra de las razones detrás de este 'renacimiento' del sector inmobiliario comercial es la actividad de inversores oportunistas que buscan chollos entre los maltrechos bancos europeos. Los fondos buitres rebuscan entre los restos del naufragio en busca de tesoros inmobiliarios. El conocido Wilbur Ross, por ejemplo, ya admitía su interés por España a finales de 2012.

Un factor también a tener en cuenta es la escasez de oportunidades 'seguras', una vez que los mercados prime de las ciudades que menos han sufrido la crisis inmobiliaria están saturados e incluso han visto como los precios han seguido subiendo hasta niveles muy excluyentes.

Por ello, la rentabilidad de mercados como el español, que ronda el 6%, ha disparado el apetito de los inversores por el país. Y eso se está empezando a notar ya en los precios. "No fue como un amanecer lento. Fue más como un rebote", explicó Rupert Lea, del broker inmobiliario Cushman & Wakefield.

Las AAPP podrán aprovechar la situación

Y entre los propietarios que más se van a poder aprovechar de esta nueva situación en España están las administraciones públicas, muchas de las cuales han puesto gran cantidad de edificios en el mercado con el objetivo de cuadrar sus cuentas y darle un uso más eficiente a los recursos públicos.

En este aspecto destaca el ejemplo de Cataluña. La Generalitat tiene previsto un encuentro con inversores internacionales esta semana para ofrecer una cartera de 13 edificios en Barcelona después dehaber estado en Londres la semana pasada.

"Muchos de los inversores que nos encontramos tiene el mandato de invertir en España. Es algo nuevo... están mirando qué comprar, no si van a comprar", explica Isabel Tornabell, directora de la Oficina de Racionalización y Optimización de Espacios Públicos de la Generalitat.

Sin embargo, algunas expertos se toman este optimismo generalizado como una muestra de que hay que actuar con cautela, y avisan de que quizá los inversores se estén moviendo demasiado rápido dada la lentitud de la recuperación económica en estos países.

Ric Lewis, consejero delegado del fondo de capital privado Tristan Capital, reconoce que la competencia se ha incrementado mucho en los últimos tres meses y que a veces ha perdido concursos con ofertas que superaban en un 30% las suyas. "Creo que hacemos buenas ofertas basándonos en los fundamentales. ¿Y nos equivocamos en un 30%? Esto no son activos complicados", avisa.

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