Telecomunicaciones y tecnología

¿Es necesaria la fibra de 300 megas?

  • La propuesta de Movistar elevará el nivel medio de conectividad en España
Un técnico instala una conexión de fibra óptica. Reuters.

¿Para qué sirve tanta velocidad? Ya les adelanto que los 300 megas (Mbps) que en los próximos días darán que hablar en el mercado tienen escasa utilidad en un mercado doméstico que comienza a familiarizarse con líneas de 100 Mbps. Otra cosa es que las fuerzas del marketing convenzan a miles de usuarios de lo contrario.

El asunto viene a cuento de la futura oferta de Telefónica, que tiene previsto triplicar la velocidad de su fibra, tanto la de 10 Mbps como la 100 Mbps, para así aprovechar al máximo las prestaciones de su súper banda ancha fija. Al contrario que otras migraciones al alza, la mejora de los servicios acarreará un leve encarecimiento del precio, aún por concretar, aunque podría rondar los cinco euros mensuales.

La iniciativa de principal operador español elevará de forma notable el nivel medio de la conectividad en España, colocando al país a la altura de los líderes mundiales del sector. Aparentemente todo son ventajas, salvo para aquellos usuarios que podrían verse tentados a contratar semejante velocidad, con el consiguiente encarecimiento de la tarifa, pero sin encontrar contrapartidas a ese repunte de la calidad de la conexión. Apuesten a que esa situación se producirá entre la gran mayoría de los clientes residenciales de Movistar Fusión 100 Mbps.

Es cierto que el refranero español aconseja aquello de burra grande, ande o no ande, pero también es verdad que uno de los grandes males de los usuarios de telecomunicaciones es su querencia a adquirir paquetes de servicios sobredimensionados para sus necesidades. Muchos clientes disponen de tarifas planas ilimitadas de voz y datos en el móvil, cuando podrían adaptar su contrato a otras ofertas más acordes con su patrón de consumo, con los ahorros que eso acarrearía.

En la actualidad, la oferta de 10 Mbps de Movistar Fusión podría quedarse relativamente escasa si se conectaran a la vez varios miembros del hogar y realizaran streaming o descargas de vídeos al mismo tiempo. Sin embargo, esa concurrencia en el consumo online no afectaría en ningún caso a la calidad de Movistar TV sobre las referidas conexiones de fibra hasta el hogar (FTTH) de 10 Mbps, incluso en los contenidos de alta definición, sin sufrir ninguna pérdida de calidad en el servicio. De esa forma, los clientes de Fusión que opten por la oferta de 10 Mbps acertarán si su consumo se sitúa dentro de la normalidad. Incluso con un uso intensivo del móvil o tableta, la navegación fluye rauda sobre esas velocidades.

Lo mismo sucede con los que practiquen las videoconferencias domésticas. El tráfico P2P, que tanto contribuyó en la popularización del ADSL, ya apenas forma parte de las rutinas de los usuarios. Es verdad que las descargas serían diez veces más rápidas con 100 que con 10 Mbps, pero tampoco suele resultar crítico en la mayoría de los hogares.

Ahora bien, los usuarios aficionados a los videojuegos en red seguramente agradecerán los 100 Mbps para manejarse de forma holgada en toda su actividad digital. También los que se asoman a las ventajas de la telemedicina, la videovigilancia doméstica o el hogar conectado. En todos esos casos, los 100 Mbps ofrecen un caudal lo suficientemente generoso para no echar en falta más velocidad. Dicho lo anterior, la oferta de 300 Mbps de Telefónica (como también sucede con los 200 Mbps de Jazztel), se presume desproporcionada ante los hábitos digitales habituales de los usuarios domésticos. Y pagar más por algo que no se necesita, aunque resulte proporcionalmente barato, no encaja con la cultura de consumo de nuestros días.

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