Telecomunicaciones y tecnología

Vodafone ofrece 6.700 millones por Ono sin alcanzar un acuerdo de compra

  • El grupo británico tendrá que elevar la puja en los próximos días
  • El operador de cable mantendrá su plan de salir a bolsa

Ono quiere más, mucho más. La venta del operador de cable está encarrilada, pero en ningún caso se puede dar por resuelta. Todavía falta mucho por negociar. A la compañía española no le bastan los 6.700 millones de euros en efectivo que Vodafone ha puesto sobre la mesa, según ha podido saber elEconomista de fuentes conocedoras de la situación.

Ante semejante órdago, Ono responderá con una jugada igualmente desafiante: mantendrá sus planes de cotizar en bolsa, siempre en espera de mejoras en la oferta. Es decir, Ono jugará a dos bandas. Por un lado, abrirá en breve sus libros de cuentas para que Vodafone los audite en profundidad (proceso de due dilligence). Pero, al mismo tiempo, la compañía española continuará trabajando para estrenarse en el parqué, con la ayuda de Deutsche Bank y JP Morgan, para forzar nuevas pujas. Ambas estrategias son perfectamente compatibles, al menos por ahora.

Según las fuentes consultadas por este diario, Vodafone nunca ha llegado a ofrecer los 7.000 millones de euros por Ono con los que se han especulado en las últimas semanas. Ya le hubiera gustado a Ono. Posiblemente, cuando se alcance tan redonda cifra, las resistencias del grupo que preside José María Castellano podrían doblegarse y avenirse a un cambio de dueños. Pero hasta que eso ocurra, Ono seguirá actuando como lo ha hecho desde hace seis meses: con una mano negociando con Vodafone y con la otra diseñando su estreno bursátil.

En la bolsa todo será más caro

Otras fuentes consultadas aseguran que Vodafone intentará hacerse con Ono antes de que el cablero llame a la puerta de los mercados de valores. El motivo es poderoso: el precio de la operación podría incrementarse más del 30 por ciento en un escenario bursátil. Asimismo, los dueños de Ono también se darían por satisfechos si logran colocar la empresa sin necesidad de bregar con los obstáculos y formalismos propios de cualquier OPV.

Por todo lo anterior, los fondos que controlan Ono se harán valer ante el gigante del móvil británico para obtener la máxima rentabilidad de sus inversiones. Se trata de las firmas estadounidenses CCMP Capital Advisors, Providence Equity, Thomas H.Lee Company, Quadrangle Group y GE Structure Finance, así como Caisse de Dépôt et Placement du Québec, el holding Multitel creado por Eugenio Galdón, VAL Telecomunicaciones, OTPP Power Luxembourg y el grupo Santander. El conjunto de los accionistas desembolsó 2.200 millones de euros, en agosto de 2005, por la compra de Auna y su inmediata integración en Ono. Desde entonces hasta la fecha, el operador de cable ha ido endeudándose año tras año hasta alcanzar un pasivo de 3.417 millones de euros.

La agencia Reuters informó ayer que Vodafone había alcanzado un acuerdo preliminar para comprar Ono, lo que convertiría a la filial española del gigante mundial del móvil en un operador integrado. La agencia de noticias indicó que una vez que Vodafone examine a fondo los libros, el objetivo consistirá en presentar la nueva oferta antes del 13 de marzo, jornada en la que Ono consultará a sus accionistas la salida a bolsa, o cualquier otra alternativa.

En cuanto se confirme el contacto formal entre Vodafone y Ono, algo que no ha sucedido y que podría hacerse el próximo lunes, la británica pondría de manifiesto su interés por reforzarse en el punto más débil de su negocio: el acceso fijo a Internet de alta velocidad, lo que también incluye telefonía fija y televisión de pago.

Grandes cifras del cablero

Con la integración de Ono, Vodafone triplicaría su actual cuota de negocio en banda ancha fija (del 7,5 por ciento actual al 21 por ciento) con la suma de 1,1 millones de clientes móviles de Ono, aumentando su cuota de mercado en este negocio del 24,8 por ciento hasta el 26 por ciento. El operador cuenta con 1,8 millones de usuarios, de los que 800.000 son abonados de televisión de pago. De lo anterior se desprende que cada cliente de Ono se cotiza a 3.722 euros, una valoración que sólo responde al sentido común si se pondera que el operador llega a 7,2 millones de hogares, con sus 45.000 kilómetros de fibra.

Esta misma semana, la agencia de calificación Fitch apuntaba que la toma de control por parte de Vodafone, que tiene 14 millones de clientes de telefonía móvil en España, "crearía nuevas e importantes oportunidades de venta cruzada para la operadora británica e introduciría más competencia en el mercado español".

Como ha sucedido hasta la fecha, tanto Ono como Vodafone han declinado realizar declaraciones. Ahora bien, Vodafone debería romper el próximo lunes el espeso silencio en el que se ha cobijado durante las últimas semanas. Ante las informaciones que apuntaban la compra de la compañía española por parte del operador rojo, la multinacional que dirige Vittorio Colao ha preferido mantenerse al margen, con el más absoluto mutismo.

Esa situación no podrá prolongarse durante más tiempo, especialmente porque el supervisor de la bolsa londinense no lo debería permitir. De esa forma, todo apunta a que Vodafone difundirá un comunicado oficial antes de la apertura de la sesión del próximo lunes reconociendo la existencia de negociaciones con la compañía española.

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