
El consejero delegado de Facebook, Mark Zuckerberg, defiende de nuevo a la red social en el Capitolio, en esta ocasión ante el Comité de Energía y Comercio, un día después de que su comparecencia ante el Senado impulsase las acciones de la compañía a registrar una de sus mayores subidas diarias en casi dos años. Sin embargo, el optimismo del martes se disipa y la realidad que enfrenta la compañía de Menlo Park, California, se deja notar en el mercado.
En sus declaraciones de hoy, Zuckerberg ha dejado claro que Facebook no es una compañía de medios de comunicación. "Considero que es una compañía tecnológica", aclaró incidiendo en que sus primeras operaciones consisten en tener ingenieros que codifican para crear productos y servicios a sus suscriptores.
Este es un factor importante, como señalan desde la CNBC, ya que si Facebook fuese considerado como un medio de comunicación se enfrentaría a estrictas regulaciones de publicidad que rigen a la televisión, la prensa y otros tipos de medios. En este sentido, Zuckerberg ha aclarado que Facebook es responsable de lo que se publica en sus plataformas.
"Cuando la gente pregunta si somos una empresa de medios, lo que escucho es: ¿Tenemos la responsabilidad del contenido que las personas comparten en Facebook, y creo que la respuesta a esa pregunta es sí", matizó. Dicho esto, el capitán de la red social se apresuró en señalar que Facebook hace muchas cosas distintas y por ello no se convierte en ese tipo de empresas. "Pagamos por ayudar a producir contenido, creamos software empresarial, construimos aviones para ayudar a conectar a las personas, pero por ello no me considero una empresa aeroespacial", justificó.
Aunque no se considere una compañía de medios, los días como una tecnológica ligeramente regulada podrían estar contados, según señala The Wall Street Journal. "Los eventos de los últimos meses hacen indicar que el experimento ha llegado a su fin pero ha convertido a Facebook en un un monopolio sin supervisión", escribe el periodista Greg Ip, quien recalca que pese al mea culpa de Zuckerberg, la compañía tiene pocos incentivos económico para cambiar su modelo de negocio.
Los pecados de Facebook
Escándalos recientes como el de Cambridge Analytica o la manipulación política rusa no son los únicos pecados de la red social. En 2007, los problemas surgieron con los anuncios e información que los usuarios veían en su feed nada más iniciar su sesión. También hay que recordad como su Beacon compartía la actividad de los usuarios con terceros y otros usuarios; Facebook acabó haciendo modificaciones.
Dos años más tarde, la red social cambió los términos y acuerdos de su servicio para poder usar para cualquier propósito todo tipo de información que los usuarios hubieran subido o compartido en sus perfiles. Ante las intensas protestas, Facebook volvió a instaurar los términos previos. En 2011, la compañía tuvo que negociar con la Comisión Federal de Comercio que acusó a la red social de promete a sus usuario mantener su privacidad para luego permitir que esta se compartiera repetidamente en público.
El miércoles en el Capitolio, Zuckerberg ha defendido que, en Facebook, "los usuarios tienen control sobre su información". En respuesta a la pregunta planteada ayer por el senador republicano de Carolina del Sur, Lindsey Graham, y hoy por el congresista republicano Fred Upton, el consejero delegado de la red social advirtió que una mayor regulación puede ser benigna para las grandes compañías pero crear presiones innecesarias para las startups.
Zuckerberg reconocía hoy que "es inevitable pensar en la necesidad de implementar algún tipo de regulación" para su industria pero que hay que "ser cuidadoso" con las normativas que se implantan. El martes se mostró abierto a apoyar una mayor supervisión regulatoria siempre y cuando esta fuera "la correcta".