Tecnología

Adiós a Firefly, el adorable coche autónomo de Waymo

Waymo, la división de coches autónomos de Alphabet, ha anunciado esta semana que abandonará el desarrollo de su coche autónomo bautizado como Firefly porque se centrará en incorporar su tecnología sobre vehículos tradicionales.

Firefly es un prototipo propio desvelado por la compañía en 2014 y que supuso una auténtica revolución en la industria de coches autónomos. Además de conducirse sin la intermediación de ninguna persona, entre las particularidades del vehículo estaban la ausencia de volantes y pedales, así como su particular forma de 'huevo', pensada para optimizar el espacio en el interior del coche.

A partir de ahora la compañía se centrará en implantar su tecnología en las furgonetas Chrysler Pacifica, unos vehículos en los que ha confiado Waymo para fomentar su servicio de taxis autónomos con medio millar de coches.

La posibilidad de implantar sus sistemas de conducción autónoma en los vehículos del grupo Fiat Chrysler Automobiles permitirán llevar la tecnología a más gente que si apostaran únicamente por Firefly.

De hecho, YooJung Ahn y Jaime Waydo, jefes de diseño industrial e ingeniero de sistemas de Waymo, respectivamente, explican a través del blog de la que compañía que las Pacifica contarán con la última generación de radares, el sistema láser de detección (LiDar, por sus siglas en inglés) y una plataforma de inteligencia artificial completamente renovada.

Las Chrysler Pacifica de Waymo.

Firefly, una plataforma para aprender

Los directivos de Waymo han aclarado además que "Firefly fue concebido como una plataforma para experimentar y aprender, no para producirlo en masa", con lo que el paso dado por Alphabet era esperado y el desarrollo del coche autónomo propio durante estos años ha servido para lograr una gran cantidad de conocimiento.

"Al diseñar y construir un vehículo verdaderamente autodidacta desde cero, pudimos romper algunos de los primeros rompecabezas como dónde colocar los sensores, cómo integrar la computadora, qué es lo que los pasajeros necesitan controlar en un automóvil que se conduce a sí mismo", explican en la publicación.

Gracias a este desarrollo, establecieron algunas de las características más reconocibles de cada coche Waymo, como la colocación del sistema LiDAR y las cámaras en un punto central o la ubicación de los sensores para ser más eficientes que los modelos de la competencia.

De la mano de Firefly consiguieron por primera vez en 2015 que un ciego pudiese 'conducir' por las calles de Austin, lo que supuso el primer viaje autónomo del mundo sin ningún respaldo humano. La investigación para lograr ese viaje "nos enseñó exactamente lo que se necesita para ser completamente autónomos".

Diseño del Firefly de Waymo.
WhatsAppFacebookFacebookTwitterTwitterLinkedinLinkedinBeloudBeloudBluesky