Tecnología

La fusión de O2 y Hutchison gana solvencia en Bruselas

Tienda de O2, de Telefónica, junto a una de Three, propiedad de Hutchison . Bloomberg.

Las probabilidades de que Bruselas apruebe la fusión entre O2 y Hutchison en el Reino Unido aumentaron ayer de forma considerable tras el encuentro que la Comisión Europea mantuvo con algunos de los jugadores del sector.

Según ha podido saber elEconomista, las grandes incertidumbres comienzan a despejarse, por lo que la situación avanza de forma favorable. El objetivo de la filial británica de Telefónica O2 del y el grupo chino Hutchison consiste en unir sus negocios para alcanzar el liderazgo en el negocio del móvil del mercado británico.

El punto de partida se presumía complicado. Bruselas puso de manifiesto desde el primer momento su recelo a consentir una reducción del número de jugadores, tras la fusión de O2 y Hutchison. El regulador sectorial británico Ofcom también ha intentado torpedear la compra con el argumento de que resultaría perjudicial para los consumi- dores, con una previsible reducción de la oferta de servicios y un indeseable incremento de los precios.

Sin embargo, la presentación de unos remedios aparentemente convincentes por parte de Hutchison puede inclinar a su favor la balanza. Así lo ofertó la semana pasada en Bruselas y la jugada se completó ayer, con un encuentro a puerta cerrada entre los responsables comunitarios y los representantes de varias compañías interesadas en ocupar el hueco vacante que quedará tras la unión de la filial española y china.

Entre ellas se encuentran los operadores de televisión de pago Sky y Liberty Global; los móviles virtuales británicos Talk Talk y Virgin Media, así como la compañía francesa Illiad, dueño del operador galo Free. Todas estas empresas estarían potencialmente dispuestas a adquirir parte de los activos de los que se debería desprender O2-Hutchison para llevar a feliz puerto su integración. Es la misma jugada que ya se produjo en Alemania y España, mercados en los que el número de jugadores se reducía de cuatro a tres compañías.

En Alemania, Bruselas consintió la fusión de O2 Telefónica y E-Plus gracias a la irrupción del virtual Drillisch. Precisamente este operador virtual fue el destinatario del 30 por ciento de la capacidad de red de la empresa resultante de la fusión y su concurso resultó vital para así garantizar la competencia en el mercado alemán de telefonía móvil.

En España, Bruselas también autorizó la fusión de Orange y Jazztel gracias al interés de MásMóvil por comprar recursos de red de la nueva sociedad, así como por la determinación del virtual por convertirse en el nuevo cuatro operador español de telecomunicaciones.

Telefónica tiene mucho en juego

Telefónica se juega mucho en una operación valorada en 13.200 millones de euros. Por lo pronto, de la resolución de la venta dependerá que el operador ofrezca a sus accionistas el pago de dividendos, de 0,75 euros al año por título, ya sea en efectivo o con la modalidad voluntaria de un scrip dividend. En este último caso, con "un importe de 0,40 euros en efectivo y 0,35 euros en script", según indicó César Alierta, presidente de Telefónica, en la rueda de prensa de presentación de resultados de 2015 del grupo.

La absoluta tranquilidad financiera de Telefónica también depende de la feliz resolución de la venta de su filial británica. Así, la deuda neta del grupo alcanzó los 49.921 millones de euros a diciembre de 2015, lo que representa 2,9 veces ebitda. Este ratio se reducirá a 2,4 veces ebitda en cuanto Bruselas permita la integración de O2 en Hutchison.

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