Tecnología

La guerra de tarifas del móvil castiga al sector con su mayor caída de ventas

  • Las telecos reducen sus ingresos el 4,6% tras rebajar las llamadas el 16%

El sector español de las telecomunicaciones recordará 2011 como el peor año de su reciente historia. Por lo pronto, los ingresos se redujeron interanualmente el 4,6%, con unas ventas de 38.000 millones de euros en 2011, según desvela el informe Económico y Sectorial difundido ayer por la Comisión del Mercado de las Telecomunicaciones (CMT).

El motivo que justifica semejante descalabro se reduce a tres palabras: guerra de tarifas. La feroz competencia que actualmente ocupa a los operadores de telefonía móvil se ha traducido en unas rebajas medias del 16% en los servicios celulares, lo que a su vez incidió de forma negativa en la facturación global del sector.

En esa dinámica contribuyeron de forma relevante los operadores móviles virtuales, cuya agresividad comercial obligó a los agentes establecidos a promocionar sus respectivas propuestas de bajo precio. La dinámica competitiva también encontró su reflejo en la cifra récord de portabilidades del móvil registrada durante 2011, con más de 5,6 millones de migraciones de compañías sin cambiar el número.

Según el informe de la CMT, "la rebaja de los precios de terminación móvil mayoristas, la sensibilidad al precio por parte de los usuarios y la configuración de nuevas ofertas por parte de los operadores fueron determinantes en la bajada de los precios del móvil, los mayores desde que la CMT registra datos".

En concreto, el precio de las llamadas de móviles entre usuarios del mismo operador cayó un 17,3% (8,19 céntimos el minuto) y el de las llamadas entre distintos operadores se rebajó el 16,7% (11,94 céntimos el minuto). Asimismo, las tarifas de las llamadas internacionales de móviles se redujeron el 22% de un año para otro, lo que supone un descuento de 21,74 céntimos por cada minuto de conversación.

Un tercio del negocio es móvil

Los ingresos de las comunicaciones móviles se redujeron el año pasado el 8,6 por ciento, hasta los 11.027 millones de euros, con una caída que no pudo compensarse por otros servicios de telecomunicaciones con mejores rendimientos. En todo ello influyó que la telefonía móvil representó el 35% de los ingresos totales del sector.

En la presentación del informe en el Senado, Bernardo Lorenzo, presidente de la CMT, desgranó las grandes cifras del sector para llegar a la conclusión de que la rebaja generalizada de los precios -con su consecuente beneficio para los usuarios- fue el principal causante de la caída de las ventas del sector.

Las dificultades económicas del momento apenas arredraron a los operadores, que durante el pasado curso realizaron inversiones próximas a los 6.000 millones de euros, entre las que se incluyen los más de 1.562 millones destinados en la compra de nuevas frecuencias de móviles.

La mejor noticia del sector se encuentra en la banda ancha en movilidad, actualmente con 19,3 millones de usuarios en España, todos ellos con smartphones, tabletas o datacards. Este segmento disfruta de una penetración del 41,8%, que duplica la de la banda ancha fija y con unos niveles superiores a los de la media europea, según Lorenzo. Los ingresos minoristas de la banda ancha móvil alcanzaron los 2.420 millones de euros, en buena parte impulsado por el despegue del parque de smartphones.

Regular a los nuevos agentes

Entre las tendencias desveladas por Lorenzo también destaca el progresivo empaquetamiento de ofertas por parte de los operadores (telefonía fija, móvil, acceso a Internet y televisión de pago), junto con el desarrollo de las tarifas planas, el aumento de la velocidad de acceso a la Red (tanto fija como móvil), el incremento del acceso a los contenidos de televisión a través de Internet y la pujanza de los denominados operadores Over The Top (OTT), como WhatsApp, Skype Truphone, TuMe o Joyn, entre otras plataformas de telefonía y mensajería a través de Internet.

Respecto a estos nuevos jugadores que comercializan sus ofertas de telecomunicaciones sobre las redes de los operadores tradicionales, Lorenzo indicó que "tendría sentido que el negocio de los OTT se pudiera analizar a nivel regulatorio en el marco europeo, debido a su impacto en el conjunto de la industria". Sobre esa cuestión, Lorenzo se hizo eco de la preocupación manifestada por algunos de los operadores tradicionales, "que ahora temen por la canibalización de algunos de sus servicios".

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