
Sony ha presentado en Berlín tres teléfonos móviles inteligentes de gama alta, Xperia Z5, Z5 Compact y Z5 Premium, con los que pretende no sólo sobrevivir sino ganar protagonismo en la disputada y compleja industria de smartphones.
La tecnológica japonesa renueva, tras un año sin novedades destacadas, sus dispositivos estrella y crea una nueva categoría con especificaciones superiores: Z5 Premium.
Los productos desvelados en Berlín, donde esta semana se celebra la feria de tecnología IFA, son la fórmula elegida por Sony para ganar tracción en la competitiva y costosa industria de la telefonía móvil, un negocio que decrece para la compañía -en el último trimestre ingresó un 16% menos- y actualmente le cuesta dinero.
El Xperia Z5 es nuevo por dentro, da un ligero giro en el diseño e incorpora un sensor de huella digital en su botón de encendido que permite desbloquear el teléfono y autorizar transacciones.
Por primera vez, Sony amplía su familia de gama alta con un tercer componente: Xperia Z5 Premium, cuya característica más destacada es una pantalla 4k de 5,5 pulgadas.
Además, Sony también ha presentado el Z5 Compact, un teléfono con pantalla HD de 4,6 pulgadas que comparte con Z5 y Z5 Premium el sensor de huellas, el procesador, la carga rápida, la resistencia al agua y las cámaras.
La tecnológica japonesa no ha facilitado el precio pero sí los meses de disponibilidad. El Xperia Z5 y el Z5 Compact serán lanzados a nivel global en octubre y el Z5 Premium llegará en el mes de noviembre.
Una "cultura de innovación agresiva"
La gran competencia de la gama alta, que lideran Apple y Samsung, ha hecho que la tecnológica japonesa se resienta.
El consejero delegado de Sony, Kazuo Hirai, ha reconocido que en la reestructuración por la que pasa la compañía ha habido que tomar "decisiones difíciles" para lograr un equilibrio entre cosechar el crecimiento y conseguir una "cultura de innovación agresiva".
Aunque Hirai ha sostenido en distintas ocasiones que la movilidad es un área importante para la compañía, ha insistido en que ha de cambiarse la gestión para que las pérdidas no lastren los resultados y terminen siendo insostenibles.