
Amundi, una de las gestoras de activos más importante del mundo, cree que las políticas monetarias de Japón y la Eurozona están afectando de forma negativa a mercados de deuda soberana como el de EEUU. Los inversores sacan su dinero de la Eurozona y Japón para llevárselo en 'estampida' hacia el extranjero, lo que afecta a las curvas de rendimientos de los bonos.
En una nota publicada por la firma financiera se explica que "el QE y los tipos negativos del Banco de Japón y del BCE han empujado a territorio negativo las rentabilidades de muchos bonos. Alrededor del 80% de la deuda soberana japonesa se intercambia a tipos negativos, al igual que el 50% de la deuda soberana de la Eurozona".
"Parece bastante evidente que estos dos grandes mercados están contaminando otros mercados de deuda soberana, en particular el mercado de bonos soberanos de EEUU", según sostiene Bastien Drut, estratega e investigador en Amundi.
Los flujos se van a EEUU
Una de las consecuencias de estos programas es que los inversores están saliendo fuera de la Eurozona y Japón para buscar algo de rentabilidad: "Una parte importante de la liquidez liberada por el QE del BCE está siendo usada para comprar bonos en el extranjero. En el primer trimestre de 2016, los inversores de la zona euro compraron 152.000 millones de euros en bonos extranjeros, 79.000 millones fueron para EEUU (algo sin precedentes)", explica el experto de Amundi.
Además, estas políticas "están manteniendo de forma artificial al yen y al euro infravalorados (por cierto, esto plantea la cuestión de qué pasaría si un día el BCE y el Banco de Japón dejan sus programas de compra".
Esta situación preocupa a la Reserva Federal de EEUU, puesto que su mercado de bonos soberanos también está presentando rentabilidades históricamente bajas. A la Fed le preocupan las decisiones de los inversores ante este escenario de baja rentabilidad en el mercado de renta fija, como ya mostró en las minutas de junio.
"Ahora, parece evidente que los rendimientos se mantendrán bajos durante algún tiempo en Japón y la Eurozona. También, cada vez está más claro que también lo estarán los países desarrollados, incluso en los que la economía marche realmente bien", sentencia la nota de Amundi.