
Una reunión de 50 minutos y un pacto reforzado. Gobierno, PP y PSOE se han visto las caras en Moncloa este martes después de que Quim Torra haya sido investido. La escenificación de la unión contra el "discurso xenófobo y frentista" del nuevo presidente de Cataluña empezará por el estado de alerta ante la creación de "estructuras paralelas" y no descartan volver a activar el 155 si se vulnera la legalidad.
En un comunicado conjunto, las tres partes apuestan por una "respuesta pactada y proporcional en la defensa de la legalidad constitucional" ante los planes del nuevo Govern aún por conformar.
Entre las actuaciones que vienen, Rajoy y Sánchez apuestan por seguir controlando las finanzas de la Generalitat y vigilar que las partidas presupuestarias se destinen al interés general.
"Este acuerdo está abierto a todas las fuerzas políticas constitucionales que apoyaron la aplicación del artículo 155 de la Constitución que permitió la reparación de la legalidad quebrantada por el anterior gobierno de la Generalitat", dice el comunicado que anima a que se unan grupos que quieran compromiso con las nuevas instituciones.
Un 155 distinto y sin elecciones
Ha sido Rajoy quien tras la Ejecutiva del PP ha reafirmado la idea del 155, que decae cuando se conforme el Govern. Según el presidente del Gobierno, "nadie" quiere que se repita la intervención pero que si hay alguna ilegalidad se hará aunque será distinto y sin elecciones.
Sobre si extenderlo o no, el portavoz Maíllo ha dicho que no es una decisión que se pueda tomar "en un cuarto de hora" ni sería la consecuencia de un "titular brillante ni de una crónica", según han señalado las mismas fuentes consultadas. En cualquier caso, si hay un nuevo 155 no se contempla que incluya unas nuevas elecciones en Cataluña.
En este mismo sentido, ha indicado que "no parecería muy lógico volver a convocar elecciones cuando las ha habido hace cuatro días". "No parece que tenga mucho sentido", ha señalado, para dejar claro además que no cabe un 155 "preventivo" como el que estaría planteando Ciudadanos.
"Hay que estar vigilantes", ha escrito Sánchez en Twitter tras la reunión. En una rueda de prensa posterior, el líder de los socialistas no ha descartado volver al 155 si de vulnerara la legalidad desde el Govern.
También ha reprochado a Albert Rivera, que acudirá a Moncloa el jueves, se esté 'aznarizando': "utilizaba Cataluña como herramienta de confrontación territorial para arañar votos" y le ha pedido que no discrepe con Rajoy en público y que aclare su postura.
Además, también ha recordado a Ciudadanos que la investudura de Torra ha salido adelante cuando el partido naranja rechazó ir a la misma por lo que no entiende que "ahora se rasgue las vestiduras porque el bloque independentista forma Gobierno".
?? Quiero lanzar un mensaje de tranquilidad: la legalidad y la integridad territorial se van a salvaguardar ante cualquier intento de quiebra unilateral. La respuesta del Estado de Derecho será firme, pactada, serena y con proporcionalidad. pic.twitter.com/OEWpAOPQoa
— Pedro Sánchez (@sanchezcastejon) 15 de mayo de 2018
Rivera por su parte se ha negado a llamar acuerdo al pacto anunciado por Rajoy y Sánchez. "No es un acuerdo" llegar a un acuerdo para que se cumplan las leyes. "A diferencia de hoy, sí vamos a ir a proponer acuerdos, a proponer soluciones y sobre todo vamos a ver cómo se extiende este artículo 155, sobre qué competencias y sobre qué asuntos porque no puede volver a ocurrir lo que ha ocurrido", ha advertido.
Torra pedirá diálogo a Rajoy
El president electo pedirá el jefe del Ejecutivo, ante una eventual reunión, "respeto por el derecho a la autodeterminación" de Cataluña. De hecho, entre sus primero planes están revertir el 155 y restituir a los exconsellers presos o huidos siempre que estos quieran. "Sería un honor", ha reconocido.
En una entrevista en Catalunya Ràdio, Torra ha aseverado que plantea en esta legislatura diálogo con el Gobierno central, y ha explicado que "una vez sentado en la mesa con Rajoy hablaremos de todo, y lo primero que pediré es respeto al derecho a la autodeterminación del pueblo de Cataluña".
El presidente electo ha cuestionado la decisión de su predecesor, Carles Puigdemont, cuando el pasado 10 de octubre dejó en suspenso una declaración de independencia para abrir un periodo de negociación, aunque luego sí que se aprobó en el Parlament una declaración unilateral de independencia el día 27 del mismo mes.
Así, al ser preguntado por si lamenta que Puigdemont no hubiera declarado la independencia después del 1-O, ha respondido que sí, que la "gran oportunidad era el 10 de octubre", y que se tenía que haber "proclamado la república, defenderla y que nadie se marchara del país".