La primera encuesta del CIS tras el caso Cifuentes sitúa al PP en sus horas más bajas. Con un 24% de votos, el partido del Gobierno toca mínimos en décadas, un desgaste que aúpa a Ciudadanos hasta la segunda posición, con un 22,4% de los apoyos, a solo 1,6 puntos del PP. Tercero, el PSOE, con el 22%, seguido de Unidos Podemos y sus confluencias, que suman un 19,6% de los sufragios. Teniendo en cuenta un margen de error del 2%, estamos ante casi un cuádruple empate: apenas 4,4 puntos separan al primero del cuarto partido.
Un río revuelto en el que ha sabido pescar Ciudadanos. El partido de Albert Ribera gana casi diez puntos respecto a las últimas elecciones generales, en junio de 2016. Prácticamente los mismos que pierde el PP. Pero la formación naranja se consolida como un competidor viable que no sólo araña votos a la derecha. También saca partido del desgaste socialista, donde el efecto Pedro Sánchez comienza a difuminarse. Con un discurso liberal en economía, guiños socialdemócratas y valores conservadores logra picar de todos los platos.
Según explica el analista de datos de All is Data, Juan Francisco Caro, el PP pierde un 16,6% de sus apoyos del 26J a favor de Cs, mientras que el PSOE perdería un 7,5% de sus votantes a favor de Rivera. La formación naranja mantiene además el voto más fiel: un 77,3% de los que les votaron el 26J volvería a hacerlo.
¿Apunta este barómetro del CIS la tendencia de voto en las próximas elecciones municipales y autonómicas? Pues es mucho decir, sobre todo a un año vista, explica Caro, aunque sí evidencia que Cs "puede disputar al PP algunas de sus comunidades autónomas más importantes", entre ellas Madrid.
Una comunidad, la madrileña, donde es evidente la debilidad del PP. Pero la erosión es generalizada y afecta incluso a sus puntos más fuertes: los populares pierden más de siete puntos entre los votantes de más de 65 años. Hay que tener en cuenta que la encuesta se hizo del 1 al 10 de abril, antes de que el Gobierno anunciase un alza de las pensiones vinculadas al IPC. No obstante, cualquier pérdida de apoyo entre los votantes de más edad es especialmente relevante para el PP, ya que es la única franja de edad donde se mantiene como fuerza más votada.
Un concepto, el de fuerza más votada, que se diluye en un entorno multipartidista y tan igualado como el que dibuja el CIS, donde quedar primero o segundo no tiene tanta importancia. Lo relevante es sumar. Y en ese sentido, la combinación conservadora alcanza un 46,4% de los apoyos, frente al 41,6% de los partidos de izquierdas.
Por último, y respecto a la valoración de los líderes de las cuatro formaciones más votadas, el mejor valorado es Albert Rivera, con una nota media de 3,79. Le sigue Pedro Sánchez, con un 3,35. Pablo Iglesias (2,77) supera esta vez a Mariano Rajoy (2,59), que es el que peor nota recibe de todos ellos.
