
Alemania, y esta vez por un supuesto ataque terrorista, ha vuelto a irrumpir en la Convención Nacional del PP, donde por cualquier rincón por el que se transite se critica al juzgado germano que ha librado a Carles Puigdemont del delito de rebelión.
Se considera que el magistrado Pablo Llarena, en un acto prejudicial podría decidir acudir hasta Luxemburgo para que estudie la respuesta alemana, también se valora que descartado esta acción recurra ante el Tribunal de la UE, y por encima de todo, se asevera, y esto abiertamente, que se respete la soberanía española y que no se ponga en peligro la confianza mutua en el marco europeo, de manera que si no se reconoce un delito de España, el problema lo tiene Alemania.
Las pensiones, la prisión permanente revisable, el municipalismo, del que Rajoy ha hecho gala como líder del único partido que defiende sin complejos las diputaciones provinciales, incluso la financiación autonómica han pasado desapercibidos como principales debates principales de la convención donde casi todos los ministros han tenido participación activa haciendo declaraciones a lo largo de la jornada.
Pero es que en el fondo, la carrera sucesoria, condimentada por el culebrón del máster de Cristina Cifuentes ha acaparado el interés de la segunda jornada sevillana. A primera hora, Núñez Feijóo concitaba el reclamo informativo. El interés se multiplicó exponencialmente, no cuando habló de financiación, sino cuando de esa manera políticamente correcta que le acompaña se refería a la respuesta de la presidenta de la Comunidad de Madrid sobre el máster de la URJC. Sin mojarse, el dirigente gallego afirmó que, "aquí hay una pregunta, y es si la señora Cifuentes tiene un máster expedido por la universidad de Madrid. Si la respuesta es no, lógicamente la señora Cifuentes no ha dicho la verdad. Si la respuesta es que sí, pues la respuesta es que la presidenta ha dicho la verdad".
Ovación a Cifuentes
Aplaudido con fuerte ovación en su participación por la mañana, no fue el único. Cristina Cifuentes levantó al plenario, casi al completo, nada más intervenir en los diálogos populares de un panel de barones autonómicos por la tarde. La presidenta reconoció desde el escenario, que está viviendo días muy duros, "pero tengo fuerza, más de lo que piensan algunos", determinó.
Tirando de currículum, Cifuentes se rescató la rebaja de impuestos que acaba de anunciar en Madrid, y que amplía los beneficiarios de Sucesiones y Donaciones. Habló de mejoras de servicios públicos, presumió de política social y desterró que ésta sea patrimonio de la izquierda. No se olvidó de la sanidad, de la que añadió, es la mejor de Europa, y aseguró que su política es compatible con la rebaja de impuestos, la eliminación de recortes y la extensión de la gratuidad a la ley de Dependencia, con 118.000 beneficiarios. Desarrollo y crecimiento son compatibles con el ayudas sociales, defendió. El aplauso del auditorio entonces fue generalizado. Minutos más tarde, Cifuentes se reunió con Nuevas Generaciones para conceder una entrevista en la que habló de redes sociales.