Política

Alemania, el país que soñó España para extraditar a Puigdemont

  • El código penal alemán recoge un delito muy similar al de rebelión
La prisión de Neumünster, donde ha sido trasladado Puigdemont. Imagen: Reuters.

Pese a que tenía billetes de avión para regresar este sábado de Finlandia a Bruselas, Puigdemont decidió abandonar el viernes por la noche el país nórdico después de que ese día el juez del Tribunal Supremo Pablo Llarena reactivara la euroorden de detención contra él y otros cuatro exconsellers huidos de la Justicia y procesados por el delito de rebelión. La jugada, sin embargo, no le ha salido bien al presidente catalán cesado, que ha terminado siendo interceptado tras cruzar la frontera danesa rumbo a Hamburgo.

La detención ha sido coordinada entre el Centro Nacional de Inteligencia (CNI) y las policías española y alemana, en concreto la Policía Nacional y la Oficina Federal de Investigación Criminal de Alemania. Los agentes del CNI siguieron la pista a Puigdemont desde Waterloo hasta Finlandia, y de allí en su periplo en coche que le ha llevado a recorrer Suecia y Dinamarca. Sin embargo, esperaron a que entrase en territorio alemán para efectuar el arresto siguiendo una estrategia calculada. 

El hecho de que haya sido detenido en Alemania abre un panorama más complicado para Puigdemont ya que los delitos por los que España le reclama tienen correspondencia con la legislación alemana, con penas incluso más duras que en nuestro país, y que alcanzan hasta la cadena perpetua.

Delito de alta traición

Fuentes jurídicas han explicado que Alemania es uno de los peores lugares en los que podía caer Puigdemont a la hora de aplicar y tramitar una Orden Europea de Detención y Entrega (OEDE) porque el Código Penal alemán sí recoge delitos muy similares al de rebelión por el que le reclama España, algo que no ocurría en Bélgica. De hecho, el juez del Tribunal Supremo Pablo Llarena decidió cancelar la OEDE dado que la legislación belga no contempla el delito de rebelión por el que se le pretende juzgar en España.

Existía el temor de que Bélgica accediera a una futura extradición a España de Puigdemont pero solo por el delito de malversación y no el de rebelión, por lo que las penas a las que se enfrentaría en caso de ser juzgado serían notablemente más bajas que aquellos que si serán enjuiciados por sendos delitos, según sostienen fuentes jurídicas. Y es que el requisito de la doble incriminación era más inviable en Bélgica, esto es que la conducta sea perseguida en términos análogos en ambos países cuando el delito no está recogido en una lista de 32 que la normativa europea considera exentos de esta condición.

Pero los artículos 81, 82 y 83 del Código Penal alemán, recogidos en el Título II de la Sección Primera sobre delitos de traición a la paz, alta traición y puesta en peligro del Estado democrático de Derecho, despejan el panorama hacia una futura extradición del expresidente catalán.

De inmediato, la Fiscalía española ha iniciado "intensas gestiones" con su homóloga alemana y con Eurojust, un organismo dedicado a la coordinación y la cooperación entre los estados miembros en la lucha contra las formas graves de delincuencia transfronteriza en la Unión Europea. Será la Fiscalía general del estado federado de Schleswig-Holstein (norte de Alemania) la que estudiará la euroorden contra el expresidente autonómico catalán Carles Puigdemont, según ha informado a Efe un portavoz del ministerio de Justicia alemán.

El arresto del expresident de la Generalitat abre ahora un proceso judicial en Alemania que deberá estudiar la Orden Europea de Detención y Entrega (OEDE), que dispone de un plazo máximo de 60 días, prorrogables a 90 en casos excepcionales, para decidir si lo extradita a nuestro país.

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