En el PSC quieren alejar cualquier sospecha de acuerdo con fuerzas independentistas. Y más una vez sufrido el alto coste del apoyo del PSOE al Gobierno en su decisión de aplicar el artículo 155 en Cataluña, que ha supuesto para la formación liderada por Miquel Iceta la pérdida de cinco alcaldías y la salida al menos de una docena de gobiernos municipales.
Una distancia que hacen notar tanto en Madrid como en Cataluña. "Los socialistas no van a tener ningún tipo de pacto de Gobierno con los que no están con la unidad de España y quieren romper la Constitución", aseguró ayer la portavoz del PSOE, Margarita Robles, en la rueda de prensa tras la Junta de Portavoces del Congreso.
Casi al mismo tiempo, desde la Ciudad Condal, el primer secretario del PSC descartó una investidura del candidato de ERC para el 21D, Oriol Junqueras, ni la del candidato del PDeCAT bajo el paraguas de JuntsxCaT, Carles Puigdemont. "Estoy plenamente convencido que no apoyaremos, ni nos abstendremos, ante una investidura de Junqueras o Puigdemont ni tampoco de Artur Mas", remarcó Iceta en un almuerzo con empresarios en el Círculo Ecuestre de Barcelona.
El socialista ironizó ayer con que "Albert Rivera se tendrá que buscar otro argumento" para intentar atacar al PSC, en referencia a las declaraciones del líder de Cs, que pidió no votar al PSC porque cree que repetirá el tripartito. Una posibilidad que Iceta negó, aunque sí dejó una puerta abierta al diálogo con otras fuerzas en Cataluña siempre que éstas renuncien a la ruptura, matizó.
El socialista se presentó ante más de un centenar de empresarios como el garante de la "estabilidad" socioeconómica en Cataluña y defendió su candidatura el 21D por encarnar un "catalanismo moderado" capaz de solucionar los problemas económicos derivados del 'procés'.
