Política

Los partidos independentistas buscan formar un frente común antes de decidir ir a las urnas el 21D

  • Los independentistas se dividen entre la legalidad y la insumisión
Imagen: EFE

La convocatoria de elecciones autónomicas en Cataluña el 21 de diciembre por parte de Gobierno central ha causado desasosiego en las filas independentistas, que ya había sufrido grietas en la última semana del procés. La primera reacción de los más radicales en el proceso independentista del tripartito catalán, los diputados la CUP, fue la de obviar los comicios y animar para celebrar ese día una "paella insumisa". Rajoy anuncia el cese de Puigdemont y convoca elecciones en Cataluña el 21D.

Sin embargo, pasadas las horas, algunos miembros de este grupo separatista ya ha abierto la puerta a acudir a las elecciones. Ayer, la portavoz de la CUP, Núria Gibert, reconoció que su partido contempla "todos los escenarios" y a la vez pidió al Govern cesado fijar medidas que consoliden la república aprobada en el Parlament. "No queremos ser ni cerrados ni irresponsables y, por tanto, tenemos todos los escenarios, absolutamente todos, sobre la mesa", ha afirmado la dirigente de la CUP. Gibert añadió que serán los órganos internos y también toda su militancia quienes acaben decidiendo "cuál es la mejor acción política".

Los tres grupos separatistas, cuya unión daba mayoría parlamentaria al secesionismo, tendrán ahora que elegir ahora entre presentarse a un proceso electoral organizado por un Estado cuya autoridad rechazan y por lo tanto asumir que la DUI tiene más de simbólica que de real; o dejar el Parlament y el gobierno regional en manos de los partidos constitucionalistas, además de renunciar a la financiación que otorga la política institucional.

La disolución del Parlament tiene además un efecto colateral por la pérdida de aforamiento de sus diputados, lo que abre la puerta a actuaciones de la justicia.

Las grietas en el bloque independentista ya se habían evidenciado esta semana, cuando se llegó a barajar la posibilidad de no aplicar la DUI y convocar las autonómicas a cambio de que el Gobierno no activara el 155. Esta opción hizo que algunas voces del ala dura separatista acusaran de "traidores" a Puigdemont y al resto del PdeCat. De todas formas, la renuncia a las urnas sería, en teoría, más fácilmente asumible en los antisistemas de la CUP, pero más complejo para el PdeCat y ERC. En el caso de la antigua CiU, las elecciones pueden incluso traer una escisión, entre los moderados que recelaban de la DUI y los que optan por no mirar atrás en la hoja de ruta independentista.

Ni PdeCat ni ERC se han manifestado con claridad hasta el momento respecto a la convocatoria electoral.

Por su parte, en un texto publicado ayer en el periódico independista El Punt Avui, Oriol Junqueras, líder de ERC y destituido de su cargo de vicepresidente de la Generalitat por el 155, no aclaró su postura respecto al 21D, pero sí reconoció que tendrán que tomar decisiones que "no siempre serán fáciles de entender". La frase no aclara a qué se refiere exactamente aunque sí sostiene que el "coraje" que ha demostrado "el país es tan aleccionador y tiene tanta fuerza" que más tarde o temprano se traducirá "en la consolidación de la República catalana".

Guiños a Podemos

El exvicepresidente económico también aprovechó el artículo para hacer un guiño al líder de Podemos en Cataluña, Albano Fachín, y llega a insinuar que formarían una alianza con la rama catalana de Podemos en lugar del PdeCat. "Necesitamos una estrategia compartida como decía Albano Dante Fachin, a quien tenemos que agradecer su compromiso inequívoco con la libertad y la justicia, con los valores universales que todos hemos de defender". Fachín, líder de Podem y alejado de las tesis de Ada Colau, dijo ayer que le parece contradictorio concurrir al 21-D para "arañar" cuatro diputados porque eso sería no cumplir el espíritu del 1-O a no ser que se planteara una estrategia conjunta.

De hecho, dos encuestas publicadas ayer en medios nacionales otorgan a Catalunya Si que es Pot, la plataforma en la que se integró Podemos en Cataluña, bastante poder de decisión con el escenario actual. En la encuesta de Sigma dos para El Mundo, realizada un día antes de la aprobación de la DUI, las estimaciones de voto reflejan que los independentistas perderían la mayoría absoluta y la llave de la gobernabilidad quedaría en Catalunya Sí que es Pot si se reedita esa coalición.

En las elecciones del 21 de diciembre, los independentistas, ERC, PDCat y CUP, obtendrían el 42,5% de los votos, y se quedarían a tres o incluso a siete escaños de la mayoría absoluta fijada en 68 escaños. En las elecciones de 2015 Junts pel Sí y la cup obtuvieron 72.

El bloque constitucionalista obtendrían el 43,4% de los votos, aunque si se incluye en el bloque no independentista a la colación de Podemos, con 13 escaños, sí se alcanzaría una mayoría no soberanista de hasta 75 diputados.

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