Tras su victoria en las primarias socialistas, Pedro Sánchez, presentará a candidatos afines para poner en entredicho el liderazgo de algunos barones regionales. Esta estrategia la utilizará en territorios como Asturias, Castilla-La Mancha o Madrid. Pero no así en Andalucía.
Su gran rival en la carrera por alcanzar la secretaria general del PSOE, Susana Díaz, no tendrá que enfrentarse a ningún sanchista para revalidar su dominio.
Desde Ferraz se dice que entre los dos existe un pacto de no agresión tras las primarias. Pero cercanos a la presidenta de la Junta añaden otro motivo. "No tiene una alternativa solvente. Por eso no dará batalla", afirman.
El hecho de que la apuesta de los sanchistas por alcanzar el poder en la región, la exministra Bibiana Aído, haya dicho públicamente que no se presentará, deja a Sánchez sin opciones en Andalucía.
No obstante, y para evitar que la situación cambie, Díaz ha adelantado a finales de julio la fecha del congreso regional. "No queremos que haya margen de reacción", añaden desde la Junta.
