El banco vasco Kutxabank ha iniciado la venta de parte de su cartera industrial a las fundaciones bancarias, estrategia que anunció hace meses, ya que su objetivo es reducir a la mitad su cartera inversora. La primera operación que ha realizado el banco es la venta de un 2% del capital de la ferroviaria CAF a la Fundación Bancaria Kutxa, de Guipúzcoa, por 25 millones de euros.
Según indica la Fundación Kutxa la operación se ha realizado 'a precio de mercado' y esta compra encaja en 'la reorientación establecida en su Plan Estratégico' para la 'la diversificación de sus inversiones patrimoniales', que en este momento se limitan a sus acciones de Kutxabank y, por tanto, sus ingreso dependen exclusivamente de los dividendos del banco.
Asimismo la Fundación Kutxa destaca que con esta venta, con esta traslación de la participación de CAF del banco a la fundación, 'refuerza de este modo su vinculación histórica con la empresa de Beasain', en cuya evolución y crecimiento jugaron un papel muy destacado las antiguas cajas de ahorros vascas.
Esta operación de compra venta se produce pocas semanas después de que CAF haya realizado un 'Split', división del valor de sus acciones, de 10 a 1, para abaratar su valor nominal, después de más de diez años teniendo la acción de mayor precio de toda la bolsa española. Esta rebaja del valor nominal ha facilitado la operación de venta de parte del paquete de Kutxabank.
De esta forma, a partir de ahora el capital de CAF está controlado en un 29,56% por Cartera Social (sociedad instrumental de los trabajadores de la compañías), Kutxabank con un 17%, Indumeta Pueri con un 3,843%; el fondo Bestinver Gestión un 3,085%; Fundación Kutxa con un 2% e Invesco Limited con un 1,021%
Reducir a la mitad su cartera industrial
La pasada primavera Kutxabank, ya anunció que el banco prevé reducir su cartera industrial a la mitad con el horizonte 2019. Est significa que su objetivo es reducir su actual cartera, valorada en unos 3.000 millones, pasarla a una cifra cercana a los 1.500 millones.
El hecho de la venta en si no era una novedad, ya que el banco lleva años desinvirtiendo para evitar las penalizaciones de Basailea III (véase las operaciones de Euskaltel, Ibermática, etc), sino que dichas desinversiones se canalizarán en parte hacia hacia las fundaciones bancarias accionistas: BBK, Kutxa y Vital.
Las antiguas cajas de ahorros habían invertido en una serie de empresas industriales consideradas estratégicas para cada provincia, para afianzar en el territorio su sede social, centro de decisión y, en algunos casos, respaldar a empresas que necesitaban apoyos. Este es el caso de Petronor o Ingeteam en Vizcaya; y de CAF e Ibermática en Guipúzcoa. Al fusionarse y crearse Kutxabank se aportaron todas las participaciones y ahora se volverá a una nueva territorialización de la cartera de estratégicas.
La venta de parte de las participadas a las fundaciones bancarias también es posible gracias a los buenos resultados del banco en los dos últimos años y a su fuerte solvencia, que le ha granjeado el beneplácito de los supervisores bancarios para que reparta, como dividendo, un 50% de su beneficio.