
Desde que a mitad de febrero tocó su nivel más bajo del año, el precio del petróleo se ha revalorizado más de un 25%, convirtiéndose así en una de las materias primas más alcistas de los últimos meses y situándose entre las principales candidatas a acabar como una de las commodities con más alzas en el año. Un movimiento que ha acarreado consigo numerosas consecuencias y del que han estado pendientes los analistas. Los expertos han destacado el mayor coste para las empresas que utilizan a esta materia prima como combustible. Y entre ellas destaca la mención especial que se ha realizado a las firmas aéreas que, a pesar de contar con seguros para garantizarse el precio del crudo a un determinado nivel durante un determinado periodo de tiempo -las llamadas coberturas-, se ven afectadas a la postre por el incremento en uno de sus costes fijos.
"Las subidas del precio del petróleo son especialmente negativas cuando la demanda es débil, puesto que no es fácil traspasar el mayor coste al cliente final", aseguran los analistas de Banco Sabadell. Y es que "un incremento en términos unitarios puede provocar que las aerolíneas más débiles puedan verse abocadas al cierre o forzar una mayor consolidación en el sector (como hemos visto ya en 2018), que a largo plazo mejora la rentabilidad del negocio", explican los mismos expertos.
Golpe a sus estimaciones
Según el consenso de mercado que recoge FactSet, el mayor varapalo no ha venido de la mano de las valoraciones que los analistas otorgan a las principales compañías del sector en Europa, sino de las estimaciones de ganancias que se realizan para ellas. Las previsiones de beneficio neto que los analistas proyectan para de las firmas aéreas del Viejo Continente en 2018 se han visto reducidas en un 2% desde que comenzó el ascenso del crudo a mediados de febrero. Y la peor parte viene para 2019. Y es que, para el año que viene los descensos en las estimaciones de beneficio alcanzan el 9,5%.
Sin embargo, en IAG la cosa es diferente. La compañía es la única firma del sector en Europa que ha visto como, en el mismo periodo de tiempo, sus estimaciones no se han visto reducidas.
De hecho, desde que empezó a repuntar el precio del crudo, las estimaciones de beneficio de IAG para 2018 se han visto incrementadas en un 11%, hasta superar los 2.500 millones de euros.
"La subida del precio del petróleo ha empeorado las guías aportadas por IAG en lo que a su factura de fuel se refiere, esto supone un incremento en términos unitarios del 10% frente a lo que estábamos considerando nosotros hasta ahora", afirman desde la entidad catalana. Sin embargo, desde Sabadell aseguran también que el negocio recurrente está evolucionando "de manera favorable y mejor de lo previsto" gracias a los elevados crecimientos vistos en sus dos principales negocios de Norteamérica y Latinoamérica, compensando el resto de contrapartidas.
Además, a todo ello hay que sumar el efecto positivo que genera un euro débil (cede un 2 y un 1,5 frente al dólar y frente a la libra) para una compañía exportadora y con sede social en la eurozona.
En este sentido, salvo que haya un fuerte repunte del precio del petróleo, es poco probable que IAG revise su previsión a la baja ya que la empresa angloespañola tenía cubiertos a 31 de marzo cerca de un 70% de sus necesidades del año, y porque el presupuesto está basado en un coste de petróleo por debajo de 75 dólares/barril, es decir, una proyección realista.
En este sentido, los expertos creen que IAG puede mantener sus márgenes, uno de los más elevados del sector, ya que la fuerte demanda hace prever que la firma podrá traspasar al cliente este aumento de costes por el precio del crudo.