
Las acciones de Mothercare han llegado a caer más de un 30% en la Bolsa de Londres, después de que la firma británica especializada en productos para madres, bebés y niños de hasta 8 años haya decepcionado con sus cuentas trimestrales, añadiendo que no espera ninguna mejora de la situación del mercado a corto plazo. Al cierre el descenso ha sido del 27,5% en 44,95 libras.
Los problemas de Mothercare no son aislados. Las Navidades están teniendo un efecto devastador para las expectativas de otros minoristas, cuyos márgenes sufren por la debilidad de la libra que acompaña al Brexit y la subida del salario mínimo. Debenhams también anunció la semana pasada que no cumpliría con las previsiones debido a la debilidad de sus ventas navideñas, mientras que su rival House of Fraser, está negociando rebajas en los alquileres de los locales de sus centros comerciales.
El cóctel que está afectando a la compañía se completa con el efecto Amazon, que le ha comido cuota de mercado, y con la debilidad de los salarios, que está haciendo que los consumidores disminuyan sus compras de los productos de puericultura, ámbito además donde cada vez más se impone la segundamano.
De hecho, una de las claves de su maña campaña de Navidad, como ha reconocido la propia empresa, ha sido la idea de no bajar precios en un principio para "proteger nuestro posicionamiento de marca y luego realizar fuertes descuentos". El resultado se ha notado en los márgenes, según ha explicado el consejero delegado, Mark Newton-Jones, y ha afectado a la cifra global de ventas.
"El mercado británico se ha ralentizado, con un menor tráfico tanto en las tiendas como en la web, con el resultado de menor gasto en ambos canales. La tendencia ha continuado", añadió el directivo. Entre las medidas que se van a tomar se incluyen nuevos cierres de tiendas.
En concreto, entre octubre y diciembre, Mothercare registró una caída del 2,4% de sus ventas, incluyendo un descenso del 11% de su facturación en Reino Unido y del 6,8% a nivel internacional por el impacto de la caída de la libra, mientras las ventas 'online', que suponen un 42% del total, tampoco aguantaron y cayeron un 6,9%.
"En el futuro, no anticipamos ninguna mejoría en las condiciones del mercado a corto plazo en Reino Unido", indicó Mark Newton-Jones. De este modo, la compañía prevé cerrar su ejercicio con un beneficio ajustado de entre 1 y 5 millones de libras (1,1 y 5,6 millones de euros), muy por debajo de lo que esperaban los analistas casi 12 millones de libras.