
El popular servicio de streaming musical de origen sueco ha registrado de manera confidencial la documentación necesaria en el regulador bursátil estadounidense para cotizar directamente (direct listing, en inglés) en la Bolsa de Nueva York (NYSE), esquivando la tradicional oferta pública de venta (OPV) que suelen utilizar las compañías cuando deciden saltar al parqué.
Así lo asegura la agencia Bloomberg, que publica que habría registrado de manera confidencial la esperada salida a bolsa a finales del mes de diciembre. El objetivo es cotizar en el primer trimestre de 2018, según las fuentes, culminando un proceso que tras años de rumores pareció concretarse definitivamente en la segunda mitad del año recién acabado.
Spotify, el principal jugador de su categoría, quiere evitar el proceso tradicional para evitar las comisiones de los bancos de inversión y las restricciones habituales que acompañan a este tipo de procesos. Además, este tipo de cotización directa evita que los actuales accionistas vean diluida su participación en la compañía, que según las últimas estimaciones tendría un valor de 19.000 millones de dólares.
¿Abriendo camino a Uber y Airbnb?
Sin embargo, no deja de ser un movimiento, cuanto menos, inusual. Spotify se convertiría de largo en la compañía de mayor renombre que utiliza este método de cotización directa, hasta ahora reservado a pequeñas empresa y REIITS (fondos de inversión inmobiliarios cotizados al estilo de las socimis españolas).
De hecho, se convertiría en la primera que lo utiliza para cotizar en el NYSE, que ha tenido que pedir permiso a la SEC para cambiar sus normas para la ocasión.
Como explica la agencia Bloomberg, este tipo de registro de folletos de forma confidencial se han vuelto cada vez más comunes desde julio, cuando el propio regulador cambió la regulación para que todo tipo de compañías pudieran hacerlo. El objetivo es fomentar las salidas a bolsa y hacer el proceso de salto al parqué más eficiente.
Si Spotify logra comenzar a cotizar de manera exitosa, podría abrir camino para que otros grandes unicornios como Airbnb y Uber siguieran sus pasos. Las tres compañías comparten perfil: tienen valoraciones privadas enormes, dominan sus respectivos mercados y han supuesto una disrupción sin precedentes en sus respectivas industrias.
Sin embargo, están tardando más de lo esperado en salir a bolsa, fundamentalmente porque su popularidad no se traduce en modelos de negocio tan rentables como otros gigantes tecnológicos de épocas pasadas como Apple o Google. Además, la fiebre inversora en busca del nuevo Facebook ha generado unas enormes expectativas que todavía no se han concretado claramente en bolsa y que generan dudas tras casos como el de Snapchat, que han 'fracasado' a la hora de jugar en las ligas mayores.
Precisamente, la valoración de Spotify se ha disparado un 20% en los últimos meses tras la entrada del gigante tecnológico chino Tencent y su filial TME, la compañía de servicios de música en línea más grande de China y que también proporciona servicios de música digital que incluyen transmisión en vivo, transmisiones 'online' y karaoke, atendiendo a cientos de millones de usuarios. Una alianza por el streaming global.
Demanda multimillonaria
Precisamente hoy se ha conocido que Spotify ha sido demandada por Wixen Music Publishing por supuestamente usar miles de canciones en su plataforma de música en streaming sin la correspondiente autorización ni compensación a los autores, según la agencia Reuters.
La editora de música que cuenta entre su catálogo con títulos de Tom Petty, The Doors, Weezer o Stevie Nicks, reclama a la compañía el pago de 1.600 millones de dólares en concepto de daños y perjuicios así como una serie de medidas cautelares que implica al catálogo disponible de sus artistas en la plataforma.
De momento Spotify no ha hecho ninguna comunicación oficial al respecto, aunque precisamente en los últimos meses ha cerrado nuevos acuerdos con discográficas para ampliar la compensación por la escucha de canciones en su plataforma.