
Los inversores piensan que la disrupción tecnológica tendrá mayor efecto sobre sus carteras que la política monetaria durante la próxima década. Es una de las conclusiones que se desprende de una encuesta realizada por Schroders a 150 inversores de todo el mundo. En ella, el 50% señala que serán los avances tecnológicos los que más influyan sobre éstas, frente al 32% que cree que el mayor impacto vendrá por el lado de los bancos centrales, cuando empiecen a retirar sus estímulos.
Como recuerdan desde la gestora, el valor de mercado de gigantes como Amazon se ha multiplicado por diez en la última década y el de Alphabet se ha triplicado; mientras el de Sears (un minorista estadounidense) ha caído más del 90% o el de Staples a la mitad. "No es de extrañar que la mitad de los inversores dijera que la disrupción tecnológica tendría el mayor impacto en sus carteras durante la próxima década", indica Huw van Steenis, jefe de estrategia global en Schroders.
El resto de factores que podrían afectar a los porfolios son, de mayor a menor, el cambio climático (7%), los populismos (5%), el activismo (4%) y la posibilidad de volver a ver debilidad estructural en la zona euro (2%). En cuanto al Brexit, sin embargo, ninguno anticipa repercusiones notables en sus carteras.
El sondeo realizado por Schroders también recoge las expectativas de los inversores sobre las políticas monetarias de los bancos centrales a corto y medio plazo. Así, la mayoría (66%) prevé que haya una subida de tipos este año; mientras que un 29% anticipa que tendrá lugar en marzo de 2018. Respecto a cuántas subidas pronostican para el año que viene, el 59% de los inversores no espera más de dos subidas y solo el 10% anticipa cuatro.
En el caso del Banco Central Europeo (BCE), la mayoría de los inversores estima que no habrá subidas en los tipos de referencia hasta 2019, momento en el que actualmente, como recuerdan desde Schroders, los mercados estiman que la institución habrá terminado de retirar su programa de expansión cuantitativa. Sin embargo, más de un cuarto (27%) prevé que el precio oficial del dinero podría incrementarse antes, en algún momento de 2018.
Respecto a las áreas que más interés suscitan de cara a los próximos doce meses, los mercados emergentes se sitúan en cabeza, con un 29%, seguido de las soluciones multiactivo (21%). En menor medida, la deuda corporativa de las empresas y las inversiones líquidas también segmentos que destacan, con un 11%. "2017 ha sido un año fuerte para los mercados emergentes, después de un largo periodo de impopularidad. La recuperación se está ampliando a medida que Brasil y Rusia emergen de las recesiones", señala Steenis.
A la pregunta de en qué activos incrementarían su exposición al riesgo en este momento, casi la mitad (46%) de los inversores se decantó por la renta variable europea. La renta variable global también se situó entre las favoritas, lo que apunta a que el 76% de los inversores incrementaría su exposición a los mercados bursátiles. En cambio, solo el 4% de los inversores optó por la renta fija.