Bolsa, mercados y cotizaciones

Gestamp crece más que Inditex orgánicamente en los últimos 20 años

  • Su ebitda batirá los 1.000 millones de euros en 2018, pese al 'profit warning'
  • Desde 1998, multiplica por 21 su beneficio frente a las 17 veces de Inditex
Foto: Archivo

Existe una historia de crecimiento en el mercado español más desconocida, pero no menos sorprendente que la de Inditex. "Una compañía familiar", como la describe José Asumendi, analista de JP Morgan, que ha incrementado su ebitda (beneficio bruto) 21 veces, desde los 42 millones de euros que alcanzó hace dos décadas, cuando nació como Gestamp, hasta los 892 millones que los analistas que siguen su cotización en bolsa -donde debutó en abril- estiman para este año.

Si se pregunta a los distintos actores del mercado sobre cuál ha sido la mayor historia de crecimiento orgánico en la bolsa española durante los últimos 20 años, es muy probable que, a bote pronto, la respuesta sea siempre la misma: Inditex. Y sería así porque las cifras de la textil de Arteixo son, sin duda, apabullantes, y porque su equipo gestor siempre ha defendido un modelo de crecimiento propio: el natural de las medianas y pequeñas empresas y, sobre todo, de las compañías familiares, donde los fundadores no quieren perder el control sobre la gestión del negocio. Un modelo basado en el aumento de la facturación, la apertura de nuevos establecimientos y la búsqueda de nuevos canales de venta, con puntuales adquisiciones, anecdóticas, en ocasiones de franquicias propias, que pasan desapercibidas en una evolución que ha llevado a Inditex de obtener 325 millones de euros de ebitda en 1998, a los 5.540 millones que el consenso espera que gane al cierre del presente ejercicio, lo que supone multiplicarlo por 17.

Esto supone que la firma textil ha crecido a menor ritmo que Gestamp, que más allá de la adquisición de Edscha en 2010 y de ThyssenKrupp Metal Forming en 2011, ha soportado de forma orgánica toda su historia de crecimiento que, según los pronósticos, llevará al hoy proveedor global de componentes para el automóvil por encima de los 1.000 millones de ebitda en 2018. "Muy pocas compañías en España pueden decir que han crecido más que Inditex orgánicamente", incide Tomás Pintó, gestor de renta variable europea de Pictet, quien rememora el arranque de Gestamp en 1998, "cuando una empresa familiar dedicada a los altos hornos intentó diversificar el riesgo invirtiendo en una empresa de 50 millones de ebitda que hoy es número 1 del sector".

En realidad no existe ninguna otra compañía que haya protagonizado una historia de crecimiento orgánico similar. Se acerca Cie Automotive, también del sector de la automoción, que ha multiplicado sus ganancias brutas por 21,6 veces, pero en la que, históricamente, "la mitad del crecimiento ha sido orgánico y la otra mitad inorgánico", según fuentes de la empresa.

Castigada en bolsa

Tras un debut dubitativo en bolsa en abril de este año, en el que Gestamp llegó a caer un 9%, remontó un 23% hasta alcanzar los 6,3 euros por acción a mediados de julio, máximo hasta la fecha. Desde entonces, cede un 16%, en una corrección que se aceleró cuando el 11 de septiembre revisó sus previsiones en un profit warning que pilló al mercado por sorpresa.

"Ese día ya teníamos a Gestamp", explica el gestor del Pictet-European Equities, quien relata que, una vez analizada la rebaja de estimaciones hecha por la firma, lo considera "ridículo". "30 millones en una compañía de 3.000 millones de capitalización es un 1%. Nuestro trabajo es analizar si ese porcentaje de piedra en el camino va ser recurrente y la conclusión es que no. Ha tenido que soportar más costes por un problema de calidad en EEUU, pero lo que nos gusta de Gestamp -aparte de que es empresa familiar-, es su ventaja competitiva: el siempre primero el cliente", continúa Tomás Pintó. "El día que cayó un 15%, lo que hicimos en el fondo fue incrementar nuestra posición un 30%. Ante nuestra convicción, la volatilidad del mercado nos dio un regalo que teníamos que aceptar", concluye.

Es la misma decisión que adoptó el pasado 13 de septiembre Francisco López Peña, vicepresidente y CFO de Gestamp, que desembolsó casi 600.000 euros para hacerse con acciones de la firma a 5,25 euros cada una, por debajo del precio de su salida a bolsa, en 5,6 euros.

Desde la publicación del profit, Gestamp no solo recibió un varapalo en bolsa, también en sus previsiones. El consenso de mercado ha recortado un 2% y un 3%, respectivamente, la previsión de beneficio neto para 2017 y 2018, cuando alcanzará los 249 millones y 306 millones de euros, un 38 % más que en 2016. Abre así un hueco respecto a sus comparables directos -como Cie, Autoliv o Stabilus, cuyas estimaciones crecen alrededor del 2%-. El recorte es menor si se habla de beneficio bruto, en el que la caída en las estimaciones es del 1% anual hasta 2019, cuando llegará a los 1.128 millones de euros.

Un descuento del 30% respecto a su sector tras el castigo bursátil

Tras una caída del 16 % desde el 'profit', la firma que preside Francisco Riberas se ha abaratado considerablemente frente a sus comparables. Hoy cotiza con un multiplicador de beneficios de 12,2 veces estimado para 2017. El año que viene, éste caerá por debajo de las 10 veces, lo que supone, en ambos casos, un descuento cercano al 30 % respecto al sector. La reducción de las previsiones de 'ebitda' presentada por Gestamp resulta ser muy inferior al impacto que ha tenido en bolsa. De ahí que el ataque bajista de las últimas semanas haya hecho que su PER -número de veces que la acción recoge en precio el beneficio- se haya abaratado un 10 % para el bienio con respecto al pasado 11 de septiembre. Aunque su recomendación se deterioró de un día para otro, pasando de comprar a mantener, la caída bursátil ha provocado, además, que la rentabilidad por dividendo estimada se dispare por encima del 3 % en 2018, con un 'payout' comprometido del 30 %.

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