Bolsa, mercados y cotizaciones

Cómo comprar bolsa de EEUU sin asumir el riesgo divisa

La depreciación del dólar se está comiendo buena parte de la rentabilidad de los índices de Wall Street en 2017.

Para un inversor europeo, lo que está pasando en el mercado de divisas este año bien puede suponer una auténtica tragedia griega. Como un castillo de naipes, la imponente rentabilidad que han logrado el Dow Jones y el S&P 500 se puede ver derribada por un enemigo inesperado, e impredecible, el efecto divisa. Y es que ahora ya se cumple la extraña paradoja de ver al mercado norteamericano cotizar en zona de máximos históricos a la vez que la rentabilidad ajustada a euros desaparece por completo (es el caso, por ejemplo, de quien tenga una cartera que replique al Dow Jones o al S&P 500) o, como poco, se recorta (ver gráfico). Teniendo en cuenta que las previsiones apuntan más a que el euro siga en ascenso, al menos hasta ver qué planes maneja el BCE a partir de septiembre, no son pocos los inversores que empiezan a estudiar cómo pueden invertir en el mercado estadounidese sin asumir el riesgo de hacerlo también en el dólar.

Para los que opten por una inversión directa las opciones más sencillas son o bien recurrir a derivados o bien comprar ETFs. En el primer caso existen múltiples posibilidades, entre ellas los futuros y las opciones aunque, si el euro "entra una fase correctiva", tal y como explica Joan Cabrero, lo cual a corto plazo es "lo más probable para aliviar la sobrecompra", estos derivados incurrirían en pérdidas. Con los primeros se adquiere un tipo de cambio determinado con un vencimiento trimestral (como máximo) sobre un nominal, cuyo contrato mínimo es de 125.000 euros (aunque existen contratos mini de 12.500 euros). Este producto cotiza en el mercado, donde hay que depositar una garantía de 3.000 dólares (sirve para asegurar las pérdidas diarias que se puedan ocasionar, puesto que se liquidan al cierre del mercado tras cada sesión). Además, dado que el vencimiento es trimestral, es necesario renovar el contrato si este excede dicho periodo, por lo que hay que pagar el mantenimiento (rollover), a lo que hay que sumar, lógicamente, la comisión del bróker. En el caso de las opciones, se adquiere un derecho, pero no la obligación, de comprar o vender una determinada cantidad de dinero a un determinado tipo de cambio y con una fecha de vencimiento. No obstante, este derecho se puede ejercer durante todo el periodo entre la fecha de compra del derecho hasta el vencimiento, o puede, incluso, no ejecutarse tal derecho en ningún momento. Otra opción es recurrir a ETF de divisas. Así, el inversor de la eurozona que quiera cubrir el efecto de una posible apreciación del euro en una cartera hipotética de 50.000 dólares, deberá comprar esa misma cantidad de, por ejemplo, un ETF largo en el euro y corto en el dólar. "Si el dólar se deprecia un 4 por ciento, este producto se apreciará, en teoría, en un porcentaje parecido", comenta Tomás García Purriños, de Morabanc.

Si la inversión en el mercado americano se realiza a través de fondos, lo más habitual si se trata de un pequeño inversor, éste debe tener en cuenta que en el mercado español son varios los fondos de bolsa estadounidense a los que se tiene acceso y de cada fondo existen diferentes clases, tanto por el tipo de inversor como por la divisa que toma como referencia, que puede estar en dólares o en euros, además de otras. En ambos casos, se comprarán los valores en dólares ya que las acciones cotizan en esta divisa por lo que la rentabilidad del fondo dependerá de lo que hagan esos valores con el dólar incluido. La diferencia entre elegir la clase en dólares o de hacerlo en euros es que en la primera "tienes que comprar primero los dólares para adquirir el fondo y asumir el coste de tener una cuenta en la divisa norteamericana, mientras que con la clase en euros compras el valor liquidativo en euros, pero en ambos estás asumiendo riesgo divisa", explica David Sánchez, analista de fondos de Andbank.

Sin embargo, algunos fondos también ofrecen a sus inversores otra clase diferente que sí permite invertir en valores americanos sin participar del comportamiento que tenga el dólar. Se la llama clase cubierta y se identifican porque al final del nombre del fondo aparece la palabra "hedge/ hdg". "Al cubrir la divisa no tienes riesgo de tipo de cambio ya que se compran los valores en euros pero ese coste se integra en el valor liquidativo del fondo", afirma Sánchez. Esta opción sería la más idónea en el caso de que se cumplan las previsiones de los expertos, que apuntan a que al euro aún le queda recorrido en su par con el billete verde.

En esta situación, productos como como MS iNVF US Growth BH eur o Edgewood L Select US Select Growth serían opciones interesantes ya que en el año son, de la categoría de Morningstar RV USA divisa cubierta, los que mejor rentabilidad están ofreciendo este año: 29 por ciento y 26 por ciento, respectivamente (ver gráfico).

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