
Cuando arrancó 2017, las perspectivas para las petroleras eran mucho más halagüeñas que en los ejercicios anteriores. Sin embargo, la incapacidad de la OPEP para sostener el precio del oro negro ha provocado una caída del 10% en la cotización de las grandes del sector en el año. Un descenso al que ha logrado escapar Repsol: con una revalorización del 1,4% en lo que va de 2017 es la única que se mantiene en verde.
Desde los máximos de abril, el barril de Brent -de referencia en el Viejo Continente- llegó a desplomarse un 25%, pero en las últimas sesiones se ha recuperado cerca de un 4% para dar un respiro al sector. Una de las principales fortalezas de la petrolera española es la rentabilidad de su negocio downstream (de suministro y refino), que le permite capear mejor las caídas del crudo. El buen comportamiento de la compañía en el parqué también se ha apoyado en el cumplimiento de un plan estratégico 2016-2020 que cuando fue presentado parecía muy difícil de completar.
"Pensamos que la gran actuación de la acción de Repsol habría estado motivada por el notable cumplimiento de su plan estratégico, así como por unos resultados que en los últimos trimestres han batido notablemente las expectativas", explican en Mirabaud. Así, en la casa de análisis consideran que "si Repsol logra confirmar su grado de inversión, el siguiente foco de atención será la actualización de dicho plan estratégico".
Uno de los principales objetivos que se ha marcado el grupo es conseguir llevar su breakeven a los 40 dólares por barril, una meta de la que los analistas creen que está muy cerca. De acuerdo con los cálculos realizados por Macquarie, la compañía lograría generar caja libre con un petróleo a 49 dólares sin desinversiones y a 42 dólares teniendo en cuenta las mismas. "La exposición de la compañía al negocio downstream y de gas debería proteger al valor de las caídas del precio del crudo que estamos pronosticando", indican desde la casa de análisis.
Cotiza con descuento
Uno de los atractivos con los que cuenta la empresa es que sus beneficios de 2017 cotizan con un descuento del 37% frente al resto del sector, con un PER (veces que se recoge el beneficio en el precio de la acción) de 9,8 veces.
Esta situación ha venido apoyada por el buen comportamiento de sus previsiones de ganancias: en lo que va de año las expectativas de los expertos han subido un 20%, mientras que las del resto de grandes ha retrocedido algo más de un 10%.
"Repsol fue un líder en 2016 ayudado por el vuelco de su negocio de producción en el último año. Esperamos que este progreso sea cada vez más evidente en 2017 gracias a un entorno macro más positivo", explican desde Barclays, la entidad más optimista con el valor, al darle un potencial del 47%.
Se beneficia de la mayor producción libia
En 2017, la producción de crudo en Libia se ha disparado, lo que beneficiaría a Repsol. Según señaló Miguel Martínez, CFO de la firma, tras el primer trimestre, los activos en el país sumaron 26 millones de beneficio a la petrolera entre enero y marzo con una producción de 20.000 barriles. Si el campo petrolífero alcanzase su máximo ritmo, la empresa produciría 40.000 barriles al día, según fuentes de mercado, que destacan que la producción está a día de hoy al 80%.