
El domingo 23 de abril arrancan quince días decisivos ya no solo para los mercados sino para el futuro de la Unión Europea. Ese día los franceses acudirán a las urnas para elegir a su próximo presidente. Aunque el resultado del domingo es importante no es el definitivo. Por ello, y aunque se espera que la volatilidad reine en los mercados cuando empiecen a conocerse los resultados no será hasta el 7 de mayo, cuando se celebra la segunda vuelta de las elecciones, cuando se conocerá definitivamente quién presidirá Francia.
Aunque las encuestas dan en la primera vuelta un empate técnico entre todos los candidatos (Le Pen, Fillon, Macron y Melenchon), son pocos los que creen que Marine Le Pen se convertirá en la presidenta de Francia el 7 de mayo o lo que es lo mismo, que el populismo vuelva a ganar en las urnas como ya sucedió con Donald Trump o, incluso, con el sí de los ingleses al Brexit.
Al menos no lo esperan así los grandes gestores de fondos ya que, según los datos de Morningstar, la exposición a acciones francesas de los 10 grandes fondos mundiales de renta variable de la eurozona mantienen a Francia como el país con el mayor peso en sus carteras, con un 27% del total, una cifra muy similar al 28% que ponderaba el país galo a finales del año pasado. De hecho, a diferencia del mes de febrero, en marzo los gestores de fondos europeos ni siquiera señalaron ya a Francia como el país donde más infraponderan sus carteras ya que, según la última encuesta a gestores de Bank of America Merrill Lynch, las mayores infraponderaciones las concentran países como Reino Unido, Países Bajos, Suecia e Italia. Y eso a pesar de que el clima político es lo que está detrás de que el índice galo, Cac 40, acumule este 2017 una rentabilidad del 4,29%, frente al 5,5 que se anota el Dax o el 10% que suma el Ibex, y lo que también explica por qué los grandes inversores institucionales no han entrado aún en la bolsa europea, a pesar de que sus valoraciones son mucho más atractivas que las de un Wall Street en máximos. El EuroStoxx 50 aún cotiza con un descuento del 16% con respecto a Wall Street a pesar de la subida que acumula en lo que va de año.
Ante la sensación de que fracase la corriente Le Pen, la misma que defiende un referéndum para que los franceses elijan si quieren o no permanecer en la Unión Europea (Frexit), cada vez son más las gestoras que se atreven a afirmar que el mercado ha sido algo exagerado a la hora de descontar una victoria de Le Pen. Una de esas firmas es BlackRock, la segunda mayor gestora del mundo, ya que en un reciente informe afirmó que "los riesgos políticos en Europa están siendo exagerados" por lo que priorizan la inversión en valores europeos, japoneses y emergentes con respecto a los americanos. Una idea en la que coinciden también desde Financiere de L´Echiquier, ya que defienden que la imposibilidad de Marine Le Pen de reunir una mayoría parlamentaria suficiente -en junio se celebran elecciones legislativas-como para llevar a cabo el Frexit se traducirá "en un rally de alivio de los mercados de renta variable". Desde gestoras como Candriam ponen, incluso, cifra a ese rally y pronostican que las bolsas europeas podrían subir un 10%, mientras que en Natixis AM elevan hasta el 15% esa subida.
Las dudas crecen en renta fija
Sin embargo, el mercado de renta variable no es el único donde cotizarán las elecciones francesas. De hecho, muchas gestoras apuntan a que ni siquiera será el que más sufra en caso de que las encuestas se vuelvan a equivocar y Le Pen se haga con el Elíseo, quizá por el carácter global de las compañías francesas -solo cuatro de las 40 que componen el Cac tienen la mitad o más de su negocio en Francia-. En ese caso, la renta fija y el euro serían los dos activos que más sufrirían la nueva situación política que le esperaría a Francia y a la zona euro y quizá por eso la tranquilidad que se ve entre los gestores de bolsa europea no es la misma que se nota en sus homólogos de renta fija.
Así, según Morningstar, los cinco mayores fondos de deuda soberana de la zona euro del mundo han reducido en tres puntos la exposición de su cartera a bonos públicos franceses. No en vano, desde Natixis pronostican una caída del 20% del bono francés si triunfa Le Pen y desde Candriam prevén que el diferencial entre la deuda francesa y alemana, actualmente en niveles ya altos de 75 puntos básicos, se elevaría hasta alcanzar los 300 puntos básicos.