ABENGOA CL.B
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El largo proceso de reestructuración de la deuda de Abengoa ha concluido hoy con la salida al mercado de una avalancha de acciones nuevas que está provocando fuertes caídas. De esta manera, se da entrada a los acreedores en el capital con la cotización de los títulos de la ampliación de capital y la emisión de nuevos 'warrants'. El efecto es una fuerte dilución para los antiguos accionistas. Santander se convierte en el primer accionista de la compañía.
Las acciones de la compañía andaluza sufrieron una caída libre en el mercado español y cotizan con descensos del 78%,hasta los 0,024 euros.
Tal y como comunicó ayer a la CNMV, esta mañana han empezado a cotizar 1.577 millones de nuevas acciones de clase A, las acciones que tienen derechos de voto, y 16.316 millones de acciones de clase B, las más líquidas, algo que podría tener un efecto dilutivo para el accionista.
Este descenso en el precio de sus acciones se suma al registrado en las últimas cuatro sesiones, y ha provocado que la compañía haya perdido más de un 68% de su valor en bolsa, un porcentaje equivalente a 258 millones de euros en apenas una semana.
Con este último paso, Abengoa ha anunciado el fin de su reestructuración financiera, evitando el concurso de acreedores, que hubiera sido el mayor de la historia con 9.000 millones de euros.
Condiciones del acuerdo
En virtud del acuerdo, los actuales accionistas de la empresa, principalmente la familia Benjumea, pasan de controlar el 100% al 5%, mientras que los bonistas y 'hedge funds' toman el 50% de la empresa, frente al 40% para la banca acreedora. El 5% restante queda en manos de avalistas.
Los acreedores han aceptado una quita del 97%, mientras que el 3% restante queda articulado a través de deuda con vencimiento a diez años sin devengo anual de intereses y sin posibilidad de capitalización. En paralelo, los fondos que inyecten los 1.169 millones de 'dinero nuevo' sumarán el 55% del capital.
Cotización
Si algo ha caracterizado la cotización de Abengoa durante los últimos meses han sido los vaivenes. Atendiendo a este comportamiento, invertir en Abengoa sería casi como apostar en un casino. Más allá de lo que ha hecho su cotización esta semana, el mercado no confía mucho en la firma. Muestra de ello es que de las siete firmas de inversión que siguen a Abengoa B, aconsejan o vender sus títulos o tienen su valoración bajo revisión. La casa de análisis más pesimista es JB Capital Markets, que ubica su valoración en los 0,05 euros por acción.
La puesta en el mercado de nuevas acciones se enmarca dentro del acuerdo de rescate con los bancos acreedores y los fondos para la reestructuración de su deuda financiera y su recapitalización. Tras ello, el grupo recibe una inyección de dinero nuevo de casi 655 millones de euros.
La inyección total que se acordó prestar al grupo asciende a 1.169 millones de euros, aunque esta cantidad incluye los importes refinanciados de los préstamos recibidos por el grupo en septiembre y diciembre de 2015 y en marzo de 2016 -unos 515 millones de euros-. Además, se incluían 307 millones de euros de nuevas líneas de avales.
Tras todos estos pasos, las entidades acreedoras tendrán derecho a recibir un 5% del nuevo capital social de Abengoa. De esta cantidad, unos 50 millones serán para pujar por nuevos proyectos y el resto para avanzar en los que ya se encuentran en marcha. El acuerdo suponía para los acreedores aceptar una quita del 97%, manteniéndose el 3% restante con vencimiento a 10 años, sin devengo anual de intereses y sin posibilidad de capitalización.
El comité de bancos que participaron en las negociaciones para la reestructuración estuvo compuesto por Bankia, Banco Popular, Banco Santander, Caixabank y Credit Agricole, mientras que el grupo de inversores de nuevo dinero estuvo integrado por Abrams Capital, The Baupost Group, Canyon Partners, The D.E. Shaw Group, Elliott Management, Oaktree y Värde.
Pese a que hace una semana superó la importante zona de resistencia de los 0,26 euros, "la tendencia de fondo seguía siendo bajista", asegura Carlos Almarza, analista técnico de Ecotrader, que reitera que se trata de un valor sujeto a una elevada volatilidad que no hace recomendable plantearse tomar posiciones en él bajo ningún concepto. Además, "la pérdida de los 0,178 euros por acción es un claro signo de debilidad, que invita a mantenerse fuera de la compañía", afirma Almarza.