
El presidente del banco central alemán, Jens Weidmann, criticó ayer el programa de compras de bonos del Banco Central Europeo (BCE), tan solo una semana después de que Mario Draghi, presidente de la entidad monetaria, se comprometiera a mantenerlo hasta finales de año e incluso afirmara que están con el radar en marcha por si acaso es necesario ampliar el montante de nuevo.
En su opinión, el programa de expansión cuantitativa ha generado distorsiones económicas, por lo que aboga por que el BCE abandone sus medidas de dinero fácil en cuanto la inflación se acelere de forma sostenible.
"Los bancos centrales no deberían convertirse en prisioneros de los mercados o de la política fiscal", dijo Weidmann ante una audiencia de expertos económicos en Berlín. Las compras de deuda pública "conllevan precisamente este riesgo", aseguró.
Weidmann reconoció que las políticas de dinero fácil del BCE aún son adecuadas porque la inflación sigue siendo floja, y su aceleración se ha debido fundamentalmente a los precios de la energía. Sin embargo, destacó que las perspectivas económicas para la eurozona son "bastante positivas" e indicó que se espera que la inflación se vaya acercando gradualmente al objetivo del BCE de un nivel ligeramente inferior al 2%. "Cuando esta evolución de los precios sea sostenible, las condiciones para una salida de las políticas de dinero fácil se habrán logrado", afirmó.
Asimismo, advirtió de que el prolongado periodo de tipos de interés bajos ha generado efectos adversos, incluida una presión sobre los márgenes de la banca y las aseguradoras, así como potenciales burbujas de precios de algunos activos. Además, en su opinión, el programa del BCE hace que la deuda pública parezca más sostenible de lo que es.
No es la única señal de alarma que ha sonado en los últimos días. Precisamente esta semana, Sabine Lautenschlaeger, vicepresidenta del Bundesbank hasta 2014 y que forma parte del selecto club que supone estar en el consejo ejecutivo del BCE, abrió la caja de pandora al tocar en público el debate del tapering en la zona euro e instar a que debería empezar a discutirse la retirada de los estímulos en la zona euro.
Más alertas
No es la primera vez que el presidente del banco central alemán carga contra las políticas del organismo. En el marco de un evento celebrado a comienzos de año en el Bundesbank con motivo de la presidencia de turno del G20 de Alemania durante 2017, Weidmann advirtió de que el sector fintech puede alterar la estabilidad financiera al poseer riesgos sistémicos e instó a conseguir una imagen más clara de sus actividades empresariales.
Además, en diciembre instó a "analizar minuciosamente" la situación del banco italiano Monte dei Paschi di Siena (MPS) y recordó que el uso de fondos públicos para un rescate bancario sólo debe contemplarse "como último recurso".