
Lo que sucede en Popular empieza a parecerse a la batalla de Endesa, en la que Gas Natural abrió la guerra, entró después la caballería alemana de E.On, pero al final fue la artillería italiana de Enel y la infantería de Acciona, la que se llevó el castillo.
En Popular la familia mexicana Del Valle quiere derrocar a Ángel Ron y provocar una nueva ampliación de capital con la que se haría con la mayoría, aunque tiene en frente un consejo que le va a impedir sus objetivos. Mientras esto sucede el título se desploma, porque alimentar el desplome exige mucho volumen bajista, y estos controlan mucho más del 8% que reconocen actualmente las posiciones cortas en la CNMV. Tiene un interesante reto por delante el nuevo presidente de la CNMV, Sebastián Abella, si quiere arreglar esta situación.
Está claro que la guerra la ha abierto la familia Del Valle, pero lo que no está claro es quién puede aparecer en las próximas semanas o meses. Los bancos de inversión niegan el pan y el agua al Popular porque esperan a que ponga negro sobre blanco la realidad de Sunrise, su inmobiliaria con 6.000 millones en activos, que el plan de ruta marca que saldrá a bolsa en el primer trimestre del año, pero que ya cuenta con la parte más importante. Sunrise, antes del 31 de diciembre, cerrará la financiación entre el 3,5% y el 4%, con una duración de dos años y medio.
A medida que los títulos del banco se aproximan al mayor descuento valor en libros con el que han cotizado, se intensifica el ruido de OPA, porque la gente hace números y los excel empiezan a enseñar cosas interesantes. Solo si se coge el banco como una vaca carnera y se empiezan a vender piezas, el comprador se encuentra que por su negocio de tarjetas tendría ofertas sobre la mesa de 1.000 millones, que por los seguros, 800; o que la propia Sunrise tendrá un valor entre 500 o 700 millones de euros. Esta opción es buena para alguien que quiera llegar al mercado español, quiera implantarse, y mantener gran parte de la infraestructura.
¿Qué no hay nadie? Apollo está en la recta final de quedarse con Novo Banco en Portugal. Pero otro número es todavía más interesante para alguien que ya esté en el mercado nacional, y pretenda la parte más golosa de Popular -que es su cuota del mercado de Pymes del 17 %-. El ahorro de costes que le generaría la integración, eliminada una ingente masa social de la entidad resultante, serían 600 millones al año. Pongamos a este número el multiplicador de beneficios de la media de la bolsa española -en torno a 10 veces-... 6.000 millones. Popular vale en bolsa hoy 3.300. Los números empiezan a salir. Solo falta que alguien lance una OPA, y puede que haya contrarréplica. El propio Popular piensa que sus acciones hoy deberían valer 2,38 euros.