Bolsa, mercados y cotizaciones

La cartera inmobiliaria de Popular: más exposición al ladrillo y de menos calidad que la media del sector

  • La banca de inversión se centra en los activos y no valora los avances

Tras la ampliación de capital del pasado junio, el Popular se impuso un ambicioso plan estratégico con el fin de recuperar la rentabilidad perdida y desterrar de una vez por todas la desconfianza de los mercados. Cinco meses después, el banco ha cerrado el ajuste de plantilla e integrado dos terceras partes de las sucursales afectadas, ha elevado las provisiones hasta el 50% equiparándose con la media del sector y avanza en su proyecto estrella, Sunrise, por el que se desembarazará de unos 6.000 millones de euros brutos en activos inmobiliarios.

Sin embargo, y a pesar de los progresos, el banco atraviesa uno de los momentos más delicados de la presidencia de Ángel Ron. El ataque de los bajistas y dos informes de bancos de inversión, Bank of America y Crédit Suisse, han sacudido la cotización y desatado la división en el consejo, donde el mexicano Antonio del Valle lidera una rebelión, con por ahora escaso éxito, para sustituir a Ron.

Todo ello ha provocado que las medidas del plan estratégico queden en un segundo plano, mientras el foco se pone en la cotización de las acciones del banco. Ayer consiguió cerrar en positivo, tras ganar un 2,08%, tras cuatro sesiones de recortes. El resultado de este tobogán es que los títulos están a 0,787 euros, cuando el 22 de noviembre cotizaban a 0,90 euros, es decir, un 12,5% más.

Entre las objeciones de Crédit Suisse, el último en rebajar el precio objetivo de las acciones del Popular se encuentra la mayor exposición al inmobiliario y la menor calidad de sus activos en comparación con el resto del sector.

En el último informe, la entidad suiza recuerda que la exposición al Popular al 'ladrillo' supone el 12% del total de sus activos, mientras, de media, se sitúa en el 3% en el resto del sector.

Si se entra en el detalle de su composición, el Popular no sale bien parado. Del total de préstamos a promotor, el 44% es sobre vivienda terminada, la considerada menos problemática, mientras que en el conjunto del sector es de un 52%. La que no está terminada supone un 14% en el Popular, cinco puntos por encima de la media de la competencia.

El banco que preside Ángel Ron sale mejor parado en suelo, un nicho prácticamente congelado durante la crisis, ya que los préstamos sobre tierras son dos puntos inferiores a la media, que se sitúa en el 26% de los préstamos a promotor. Crédit Suisse deja en desventaja al Banco Popular en otro punto. La entidad, que siempre ha defendido el alto nivel de avales en su financiación de mayor riesgo, cuenta con un 19% que no tiene colaterales, frente a un 12% en el sector.

También en los activos adjudicados el Popular queda en desventaja en la comparación de Crédit Suisse. La cartera de inmuebles terminados, que al ser los más líquidos están destinados a formar parte de Sunrise, suponen el 25% del total. En el resto de entidades, este porcentaje alcanza el 40%. El suelo, hasta el momento de peor salida comercial, tiene un peso del 23%, mientras que en el resto del sector es del 15%.

Con todo, no es ni el volumen ni la composición de los activos improductivos lo que provoca que el Crédit Suisse haya rebajado el precio objetivo de las acciones, sino el que desconfía de que, aunque consiga cerrar con éxito su spin off inmobiliario, le restan 9.000 millones de euros brutos en activos del ladrillo del que tendrá que desprenderse hasta 2018. El ritmo de los años precedentes en venta de inmuebles, sostiene, no apoya el ritmo de salida del plan.

Con permiso de los consejeros rebeldes, la atención del Popular estará esta semana muy lejos de su sede. El referéndum italiano, que Renzi ha querido ligar a su permanencia promete traer una volatilidad extrema a los valores bancarios transalpinos y, de rebote, a los españoles. El mercado da por hecho que si Renzi pierde se multiplicarán los problemas para el sector italiano y este hecho tendrá eco en las cotizaciones de los bancos. En España, según los expertos, serán más frágiles las entidades domésticas y, dentro de ellas, el Popular, ya que la fuerte posición de los inversores bajistas convierte en extremadamente volátil su cotización.

Los inversores especulativos, con posiciones ya sobre el 8,6% del capital, han cebado el colapso de la cotización cada vez que se divulgaba un informe desfavorable.

El riesgo es que nuevos revolcones en bolsa inclinen voluntades entre los consejeros, donde el mexicano del Valle busca doblegar el apoyo que la mayoría ofrece a Ángel Ron. El consejo dio su apoyo al banquero en su última reunión y hasta los díscolos son conscientes de que con ese respaldo no es posible el cambio presidencial.

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