Bolsa, mercados y cotizaciones

La brecha entre la deuda de España e Italia ya está en máximos de 2012

  • Italia se enfrenta a un referendum constitucional en diciembre
  • Los bonos de ambos países sucumben otra vez a las ventas

Los efectos de la victoria de Donald Trump no dejan de sucederse. El hecho de que las políticas del presidente estadounidense puedan derivar en inflación ha llevado al mercado a poner fecha para una subida de tipos en Europa: 2018. Una expectativa que ha desencadenado una oleada de ventas en la renta fija europea, provocando un repunte de las rentabilidades y llevando a la diferencia entre lo que el mercado exige a la deuda de Italia frente a la de España a máximos de febrero de 2012.

En concreto, la rentabilidad del bono español a 10 años ha repuntado hasta el 1,51%, desde el 1,39% con que despidió la sesión de ayer. Más significativa es la subida que está protagonizando Italia, cuyo papel a una década ha llegado a superar el 2% de interés, algo que no ocurría desde julio del año pasado.

Esta reacción responde a un motivo muy concreto. Trump llegó a la presidencia de Estados Unidos prometiendo un aumento en el gasto público, lo que implica incrementar el endeudamiento de la primera economía del mundo. Una medida que pone sobre la mesa la posibilidad de un repunte de la inflación y no sólo en Estados Unidos. Por ello, el mercado ha puesto fecha a la posible subida de tipos por parte del BCE y la probabilidad de que el alza se produzca en septiembre de 2018 es ya del 62,1%.

Con este repunte de las rentabilidades en renta fija, las primas de riesgo de ambos países (que miden la diferencia con la deuda más segura, el bund alemán) han subido hasta los 116 puntos, en el caso de España, y hasta los 169 puntos en el de la italiana. A este respecto, la brecha que separa a ambos diferenciales se sitúa en máximos desde comienzos de 2012, en -53 puntos. Es decir, que la diferencia entre lo que el mercado exige a la deuda italiana frente a la española es la más alta en casi cinco años.

Italia tiene su propia incertidumbre

Además de las turbulencias que la victoria de Trump está desatando en el mercado, Italia tiene un punto de presión añadido: el referéndum para votar sobre los cambios que el Gobierno de Matteo Renzi propone para la constitución del país y de cuyo resultado depende que el primer ministro siga al frente o ceda su sillón. De momento, los sondeos que se han conocido sobre qué ocurrirá finalmente el 4 de diciembre no son muy favorables para Renzi.

"Las preocupaciones sobre el próximo referéndum constitucional han empujado los diferenciales de bonos italianos a 10 años sobre Alemania a cerca de un máximo de dos años. Nuestros economistas ven un 55% de probabilidades de que triunfe el "No", en cuyo caso el Primer Ministro Renzi se espera que dimita", indican desde Deutsche Bank.

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