
Buena parte de los problemas que atormentan a Apple los ha resuelto Samsung, su principal rival en el segmento de los teléfonos inteligentes de gama alta. Los síntomas de agotamiento mostrado por el iPhone en 2016 son menores ahora que el la última versión -presentada en septiembre-, ha suscitado una demanda mayor de la esperada pero, sobre todo, después de que su principal competidor, el Galaxy Note 7 haya sido retirado por el fabricante surcoreano, poniendo en juego su reputación y en peligro su cuota de mercado.
De hecho, un cálculo del servicio de análisis de Bloomberg ya apunta a que el iPhone 7 atraerá el 25% de la porción del pastel que estaba reservada para la última y fallida apuesta de Samsung hasta el final del ejercicio. Las previsiones apuntaban a que el Galaxy Note 7 alcanzaría 13 millones de unidades vendidas en 2016, de las que "3,25 millones se desviarán hacia Apple", explica John Butler, experto de la agencia de información económica. Según esta estimación, el iPhone 7 heredará casi 2.000 millones de dólares de ventas de su principal rival.
Este impulso inesperado para la cifra de negocio de Apple ya está siendo recogida por las firmas de inversión. Desde que, el 7 de septiembre, se presentó el nuevo iPhone, el consenso de mercado que reúne FactSet ha elevado cerca 1% las previsiones de ingresos de la tecnológica para el cierre de 2016 y también para 2017.
Las mejores expectativas serán probadas el martes a las 2 de la tarde en California, las 11 de la noche en España, cuando Apple dará a conocer los resultados del último trimestre del presente ejercicio y del conjunto del año. Entre julio y septiembre, los analistas esperan que las ventas superen la guía marcada por la propia compañía, 46.500 millones de dólares, y se eleven hasta los 46.901 millones, un 9 por ciento por debajo de la cifra que alcanzó en el mismo periodo de 2015.
Para el ejercicio fiscal completo, se estima que los ingresos se acercarán a los 216.000 millones de dólares, un 7% por debajo de los presentados el año anterior. El mercado estará muy atento a estas cifras, que serán claves para valorar la acogida del iPhone 7. No en vano, el producto estrella de Apple representa más del 60% de su cifra de negocio total. En bolsa, el consenso concede a las acciones del gigante un potencial alcista del 11% de cara a los próximos meses.